La decisión del recién posesionado presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de exigir pruebas PCR negativas a todas las personas que ingresen a ese país también preocupa en Galápagos, ya que esto podría causar que los turistas suspendan sus viajes al archipiélago.

Norman Wray, presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos, considera importante establecer en el archipiélago un laboratorio privado que cobre un precio "razonable" por las pruebas PCR a los turistas que necesiten regresar a los Estados Unidos, ya que los ciudadanos de ese país ocupan un segmento importante de las cifras de visitantes a las islas.

"Hay turistas que frente a la decisión de exigir prueba PCR y la falta de un establecimiento en las islas que les pueda brindar el servicio, pues decidirá no venir. Estamos conversando con el Ministerio de Salud y sector privado para saber cómo implementar un servicio de estas características", dice Wray.

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La curva de visitantes a Galápagos ha sido ascendente en los últimos meses. En septiembre de 2020 se registró la llegada de 1.400 turistas, el pasado mes de diciembre esta cifra ascendió a 6.800, pero esto "está muy lejos de la cantidad de turistas que venían antes de la pandemia".

Para reactivar la economía, según Wray, han impulsado iniciativas, con fondos del Consejo de Gobierno, donde "convergen" la conservación con la contratación de mano de obra local, como el proyecto para el control de especies invasoras.

"Estamos manejando el concepto de reactivación verde, pero también queremos lograr que la cooperación internacional se involucre (...). Se ha trabajado con las Naciones Unidas para pagar a las personas y hagan limpieza costera. Hemos trabajado en el monitoreo científico de los sitios de visita", dice y agrega que hay monitoreo del Parque Nacional Galápagos y el Ministerio del Ambiente y Agua. (I)