Nancy tiene 22 años, ha pedido mantener su apellido bajo reserva, es trabajadora sexual desde los 18 años. Desde que inició la pandemia dejó de trabajar hasta que se terminaron sus ahorros, “tenía guardado dinero, pero no para sobrevivir un año” dijo la madre de dos niñas, Melina de cuatro años y Pamela de dos. En la pandemia le pidieron que desocupe el departamento en donde vivía y tuvo que buscar un nuevo lugar, improvisado, ya que no tenía dinero.