El 1 de mayo pasado Ecuador y China llegaron al primer año de vigencia de su acuerdo comercial, con resultados contrarios a las proyecciones preliminares que se daban antes de la suscripción del tratado: además de prever resultados positivos a largo plazo hasta el 2035, cuando se complete el calendario gradual de desgravación, también se esperaba un buen balance en estos primeros doce meses.

A base de un estudio de factibilidad de un acuerdo entre China y Ecuador realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) se esperaba que, para el primer año de vigencia del acuerdo un crecimiento del PIB en $ 300 millones y un incremento del 3,7 % de las exportaciones ecuatorianas. Sin embargo, esto no se cumplió, y al contrario, los envíos decayeron, según cifras de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).

Además, desde el Gobierno se esperaba cerrar el 2024 con un incremento del 8 % en las importaciones desde China, pero solo crecieron el 0,3 %.

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El presidente ejecutivo de Fedexpor, Xavier Rosero, destaca que China es el tercer destino de exportación no petrolera del Ecuador a un año del acuerdo comercial y que el intercambio comercial en el último año ha tenido que enfrentar desafíos como la desaceleración de la economía China, lo cual se refleja en su crecimiento económico más moderado, pasando de promediar en 7 % en los años previos a la pandemia a registrar un crecimiento de 5 % en 2024.

De acuerdo con Rosero, esto ha provocado que, en general, las importaciones totales del gigante asiático aumenten en apenas 1 % en 2024, y particularmente las importaciones de alimentos disminuyan en un 10 % desde todo el mundo.

Desde el punto de vista de las exportaciones ecuatorianas, Rosero señala que los envíos no petroleros hacia China sumaron $ 5.085 millones en 2024, lo que significó una reducción de 10 % en comparación con el año 2023. El camarón, que tiene una participación de más de la mitad de las exportaciones no petroleras hacia el mercado chino (64 %), ha retrocedido 16 % en 2024, explicando en buena medida esta caída en las exportaciones, considerando que el patrón de consumo en China se ha venido desacelerando por la menor previsión de crecimiento que tiene su economía.

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De todas maneras, entre enero y febrero del 2025, con $ 609 millones, las exportaciones no petroleras al gigante asiático crecieron el 13 % en comparación al mismo periodo del 2024, aunque, en ese mismo lapso, las importaciones se mantuvieron con una ligera alza de $ 2 millones, solo en alrededor del 0,2 %.

‘El desafío es estabilizar los volúmenes de exportación’

Rosero analiza que el desafío -ahora que se cuenta con un instrumento de largo plazo de acceso comercial- es estabilizar los volúmenes de exportación de los productos que acceden a ese mercado con preferencias arancelarias, teniendo en cuenta que se enfrenta una desaceleración del consumo y que, incluso, algunos países competidores que cuentan con acuerdo comercial con mayor tiempo de vigencia han perdido mayor espacio en China, como el caso de Perú, donde las exportaciones de alimentos han retrocedido un 27 %, en 2024.

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“Se abre una oportunidad importante en la medida que se va implementando los cronogramas de desgravación de productos actuales como camarón, banano (arancel actual en 8 %) y cacao (arancel actual en 4,8 %), asimismo, de productos potenciales como el caso de algunas preparaciones y conservas alimentarias que ya se encuentran libres de aranceles, pero donde el trabajo de promoción comercial viene tomando forma para estos nuevos productos”, sostiene el presidente de Fedexpor.

Eso, agrega, complementado con la habilitación sanitaria que es necesaria para productos frescos y que están en camino, como el caso de aguacate, arándanos, quinua, piña, entre otros, facilitará ir incrementando mucho más la oferta exportable en la medida que la demanda del consumo en China se va recuperando.

‘Acuerdo debe analizarse por la diversificación’

El analista económico Alberto Acosta Burneo asegura que al momento el comercio con China se concentra en el camarón y el cobre, dos productos que tuvieron un mal año en 2024, en el caso del camarón por el bloqueo de las principales exportadoras ecuatorianas que se dio en el primer semestre por parte de China, mientras que en el cobre la contracción se debió a la crisis eléctrica que obligó a paralizar las operaciones de la principal mina de cobre en el país, Ecuacorrientes, que no tiene autogeneración suficiente para operar.

Sin embargo, Acosta aclara que esto no significa que le esté yendo mal al acuerdo comercial, sino que se trata de temas puntuales de los productos. “La evolución del acuerdo hay que hacerla, más bien, por el lado de cuantos productos nuevos el país puede ingresar, cómo va diversificando su oferta exportadora, eso es algo que toma tiempo”, señala.

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No obstante, señala que la firma del acuerdo fitosanitario para exportar productos lácteos ecuatorianos a China, que se suscribió el 1 de mayo pasado, a razón del primer año del acuerdo, abre nuevas oportunidades para este sector.

El experto cree que los primeros resultados del acuerdo se podrán observar a los tres a cinco años de vigencia del tratado, es decir, desde el 2027 o 2029. “Ahí podremos ver cómo se diversifica la oferta exportadora del país y cómo, además, crecen las exportaciones. Ese es un tema que hay que evaluarlo con el tiempo y no tanto por las coyunturas de los precios de productos que a veces suben y a veces bajan y eso no significa que al acuerdo le vaya bien o le vaya mal”, sostiene Acosta.

Para Rosero, de cara al futuro lo importante es que Ecuador profundice estos esfuerzos que ha hecho por insertarse en la región asiática, ahora que se cuenta con el acuerdo comercial con China, también enfocar los esfuerzos en cerrar la suscripción e implementación del acuerdo con Corea del Sur, que desmontará importantes barreras arancelarias en el corto plazo, y avanzar la mirada hacia otras economías que son extremadamente relevantes para la oferta exportable del Ecuador, especialmente la alimentaria, como es el caso de Japón, en donde, según Rosero, el Ecuador necesita encaminar una estrategia que lo acerque en el inicio de las conversaciones de un acuerdo comercial. (I)