Las denuncias de falsificación de pruebas de seguridad de los vehículos Toyota, realizadas a inicios del 2024, llevó a la compañía a tomar acciones y cambiar sus procesos en las fábricas de Daihatsu y Toyota, afirma el director comercial Luis Baca, al comentar sobre el escándalo que surgió en febrero de este año donde la empresa japonesa admitió haber falsificado los resultados de las pruebas de seguridad. De los 64 autos afectados por estas irregularidades, 22 pertenecen a la marca Toyota.

Daihatsu habría falsificado resultados de pruebas de seguridad de sus vehículos durante más de 30 años

Baca afirmó que cuando se receptan estos problemas “se paraliza todo y se comienza a analizar todo nuevamente, localizan el problema, para reprogramar”. Sin embargo, el escándalo mundial va más allá, conforme lo reconoció la propia marca Toyota en Japón, pues las investigaciones internas destaparon un patrón sistemático de irregularidades en las pruebas de choque, donde se alteraban datos y se utilizaban métodos no estándar para obtener resultados favorables. La gravedad de las acusaciones ha impactado no solo a la reputación de Daihatsu, sino la de su matriz, Toyota, cuya marca hace énfasis en su compromiso en la seguridad.

La noticia sobre la falsificación de las pruebas de seguridad también reveló que Daihatsu habría violado las normas en pruebas de choque en más de 88.000 automóviles de marca Toyota.

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En Ecuador, Luis Baca, representante de la compañía Toyota, señaló que los modelos Toyota no han tenido ninguna repercusión, y que a raíz de las publicaciones sobre falsificación de pruebas de seguridad tampoco han recibido denuncias. “No hemos tenido modelos afectados, los modelos que vienen acá ninguno fue afectado como el Raize, Rush y Agya”, esto a pesar de que Toyota del Ecuador comercializa los modelos Yaris, Agya, Yaris Cross y Raize, que también se han reportado como perjudicados en el escándalo mundial.

Baca insistió en que las repercusiones que tuvieron en Ecuador fueron más por la noticia que se publicó en medios y redes sociales, y como el mercado estaba contraído fue la restricción del mercado la que afectó más a sus ventas.

En todo caso, añadió el representante de Toyota, frente a la publicación a nivel internacional y medios locales de la denuncia de falsificación de los resultados de las pruebas de seguridad, “la compañía no recibió denuncias”. No se registraron casos específicos denunciados por falsificación y que haya significado la devolución de vehículos Toyota en el país. Pese a este escándalo, en Ecuador las autoridades de control como la Agencia Nacional de Tránsito, entidad encargada de la homologación de vehículos para su comercialización en el país, no se han pronunciado después de varios meses, quedando en la incertidumbre si los documentos utilizados por Toyota a nivel mundial fueron validados en Ecuador para permitir su comercialización.

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Finalmente, Baca añadió sobre este escándalo que se tomaron las medidas en ese país para arreglar, separar la producción y más acciones; pero ninguno de esos procesos tuvo que ver con calidad y seguridad. Las empresas Daihatsu y Toyota han tomado medidas para remediar la situación, como la revisión y el rediseño de los modelos afectados, que se distribuyen en todo el mundo, incluido el Ecuador, la implementación de nuevos protocolos de seguridad y el despido de los responsables directos. (I)