Seco de pollo, pollo rostizado, asado, horneado o frito, no puede faltar el tradicional arroz con pollo. En cualquiera de estas formas de disfrutarlo y muchas más, el consumo per cápita del ecuatoriano en el 2022 fue de 28 kg de carne de pollo y, según la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA), el país ocupa el séptimo puesto en consumo de carne de pollo en Sudamérica. Los tres primeros puestos los ocupan Perú, con 52 kg por persona, Argentina y Brasil con 45 kg por persona al año cada uno.

Según Juan Francisco Jaramillo, coordinador de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave), el consumo de carnes de pollo ha venido creciendo en los últimos años en Ecuador a un promedio del 5 % anual y para finales del 2023 espera que el sector mantenga ese crecimiento en consumo y producción, que para el 2022 se situó en 263 millones de pollos, equivalentes a 495.000 toneladas de carne, según el ejecutivo.

Ecuador abre mercados para su carne de pollo, 28 toneladas se exportaron a Bahamas

Sin embargo, el consumo interno no es lo único que ha cumplido la tarea, pues Ecuador aplicó un giro de tuerca y desde este 2023 se convirtió en proveedor de carne de pollo para mercados internacionales, o por lo menos para uno hasta el momento, con la primera exportación a Bahamas, en el Caribe, donde en mayo pasado Avícola San Isidro envió un contenedor con 28 toneladas de carne de pollo y desde junio empezó a enviar uno semanal, también de 28 toneladas, al mismo destino, por lo menos hasta finales del año.

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Gladys Quirola, gerente de Proyectos de Avícola San Isidro, ubicada en el cantón Isidro Ayora, en la provincia del Guayas, aseguró que la idea de exportar se dio básicamente por las ganas de abrir nuevos mercados y “además se presentó la oportunidad de un cliente en Bahamas”.

“Recién hemos empezado con esta operación hace un mes con envíos de un contenedor semanal”, reiteró Quirola, quien reveló que la avícola produce 800.000 pollos semanales, lo que representa 42 millones al año y que para la operación a Bahamas se está abasteciendo con la capacidad instalada actual.

La ejecutiva aseguró que la producción de la empresa ha crecido en los últimos años aproximadamente un 10 % anual impulsado por el alza del consumo local de carne de pollo.

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Sobre la exportación, aclaró que se trató de un trabajo en conjunto con la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y las autoridades del país de destino que impone las regulaciones. “Se deben cumplir las regulaciones que indica cada país para poder exportar a ese destino. Se requiere un trabajo muy coordinado entre las autoridades de ambos países para lograr el objetivo”, manifestó Quirola, y reveló que para el 2024 buscan nuevos mercados para abrir, aunque prefirió no adelantar destinos específicos.

Primer cargamento de carne de pollo ecuatoriana sedujo a las Bahamas, donde se seguirán exportando 28 toneladas semanales

La que sí apunta, en un futuro, a mercados puntuales es Pronaca, firma que hoy provee el 32 % de pollos que consume el país, aunque Andrés Pérez, director de Relaciones Institucionales de Pronaca, aclaró que el mercado más importante para Pronaca está en el Ecuador.

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“El tema de exportación se lo está trabajando todavía, uno de los horizontes más cercano puede ser Asia, que se ha convertido en un mercado donde podemos competir ya que actualmente la empresa cuenta con la tecnología y esta es una ventaja para llegar a otros países”, sostuvo Pérez, quien confirmó que el consumo de carne de pollo se ha incrementado en el país al ser la proteína más accesible.

Mientras, para el coordinador de Conave el consumo de carne de pollo fluctúa en función de la situación económica de las familias ecuatorianas. Conforme mejora el ingreso, las familias incrementan el consumo de proteína en general, analizó. “En países subdesarrollados como el nuestro, la decisión respecto a adquirir productos recae en el precio y es por esto que como sector buscamos ser más competitivos”, agregó.

Añadió que el plan de expandirse a otros mercados y en especial el asiático no es exclusivo de Pronaca, pues dijo que ese es el norte de la industria en general, que también apunta a países vecinos y competir con Brasil, Argentina y Chile que son grandes potencias exportadoras de carne de pollo. “Buscamos expandirnos en países de nuestra región (Latinoamérica y el Caribe) y en el mediano plazo llegar al mercado asiático”, afirmó el vocero de Conave, quien advirtió que de todas maneras la industria tiene como reto principal alcanzar niveles de competitividad en cuanto a precios para que el producto ecuatoriano sea atractivo en el exterior.

“Para esto requerimos que se mejoren los niveles de competitividad en otros eslabones de nuestra cadena productiva como el agrícola que produce materias primas para el alimento balanceado”, señaló Jaramillo.

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Pérez coincide con el análisis del ejecutivo de Conave, al señalar que la exportación de carne de pollo enfrenta varios desafíos, entre ellos la competitividad.

Al respecto, aseguró que la industria de carne de pollo debe asegurar que sus materias primas sean asequibles y de alta calidad para mantenerse competitiva en los mercados internacionales. Para lograrlo, indicó el vocero de Pronaca, es necesario impulsar eficiencias en el sector agrícola, buscando mejorar los procesos de producción y reducir los costos de insumos, como el alimento para los pollos.

Otro factor son las barreras sanitarias, pues aseguró que los mercados externos son muy exigentes en términos de estándares sanitarios.

Producción de carne de pollo subió 3 % en 2022, pero el 2023 inicia con pérdidas de $ 8 millones por gripe aviar

Indicó que es esencial que la industria de carne de pollo en Ecuador cumpla con las normas y regulaciones internacionales para poder acceder a estos mercados. Sin embargo, el país aún enfrenta desafíos sanitarios, lo que puede dificultar la exportación. “Es fundamental trabajar en conjunto con el gremio y las autoridades, como Agrocalidad, para superar estos obstáculos sanitarios y garantizar que los productos cumplan con los estándares requeridos”, mencionó Pérez. Agregó a estos desafíos las desigualdades en la industria.

Señaló que aunque empresas formales, como Pronaca y otros productores, han avanzado en mejorar las condiciones sanitarias y de calidad de sus productos, puede existir una disparidad en toda la industria. Esto significa que algunos productores pueden estar mejor preparados para la exportación, mientras que otros pueden tener dificultades para cumplir con los requisitos exigentes de los mercados internacionales.

Indicó que es importante trabajar en la estandarización y el apoyo a todos los actores de la industria para lograr una mejora generalizada. (I)