La llegada de La Niña está decretada, pero no todos los sectores productivos en Ecuador proyectan un panorama complicado por las sequías que este fenómeno climático pueda generar y afectar en los cultivos, como sucedió en 2024, pues productos como la pesca esperan un panorama prometedor de incremento de capturas debido al enfriamiento de las aguas del océano Pacífico tropical, la principal característica de la presencia de La Niña.