Al menos ocho servicios que brinda la Corporación Nacional de Electricidad, CNEL, se encuentran en riesgo de ‘colapsar’ debido al ‘obsoleto’ estado de los servidores informáticos en los que guarda las aplicaciones, programas y toda la información de más de $ 2,7 millones de clientes.

Varios informes de los departamentos de Infraestructura y de Tecnología de la Información revelan la ‘criticidad’ de las centrales de datos de las unidades de negocio de CNEL a nivel nacional, cuya capacidad de almacenamiento llegó a un punto crítico.

“El estado de los servidores corporativos ubicados en el Centro de Datos es crítico por motivo de almacenamiento y procesamiento, y se continúa trabajando sobre equipos obsoletos y que se encuentran sin el soporte de fábrica por encontrarse descontinuados, por lo cual los proveedores no se hacen responsables de que algún servidor se pueda apagar y no volver a encender””, señalan los documentos internos de la CNEL.

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En ellos se atribuye a la falta de presupuesto del área de infraestructura tecnológica como la razón que ha limitado la capacidad de brindar nuevos servicios, pues solo se han asignado los recursos mínimos para su funcionamiento.

“En las unidades de negocios la situación es caótica, donde se han configurado equipos desktop (computadoras de escritorio) como servidores y los verdaderos servidores ya están obsoletos, con más de diez años de antigüedad desde su fecha de compra”, advierten los informes que avalan una urgente adquisición de equipos por un monto de $ 2,9 millones, compra que fue ingresada en el portal de contratación pública, Sercop, el pasado 27 de octubre y en el que se ha invitado como proveedor de los equipos a la empresa pública CNT.

Decenas de ususarios realizan diferentes trámites, como la solicitud de instalación de medidores, en las agencias de Cnel. Foto: José Beltrán/ El Universo Foto: El Universo

La adjudicación de la contratación está prevista para el 30 de noviembre, luego de que un primer intento de compra se diera en marzo de este año, pero el proceso fue declarado desierto porque las cuatro ofertas recibidas no cumplieron con los requisitos.

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Un centro de datos comprende una sala de mediano o gran tamaño en donde se ubica una cantidad de equipos informáticos que permiten acceder a toda la información necesaria para las operaciones de una organización, empresa, banco. En el centro de datos de la CNEL se almacenan, por ejemplo, los datos históricos de los clientes, sus cuentas, reclamos y trámites.

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“Si colapsa el data center, las aplicaciones no funcionan, las páginas web pueden caerse; la máquina no responde, porque no tiene memoria, porque necesita más espacio y ya no hay; pasa un rato y no carga”, explicó un profesional experto en Tecnología de Información.

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Los informes de la CNEL señalan que, de acuerdo a las normas internacionales, los servidores ya debían haberse renovado y aumentado su capacidad de almacenamiento. Varias imágenes extraídas de los servidores demuestran que “el volumen de alertas es crítico” y que “la actividad de memoria de los servidores se encuentra al 100%, con este porcentaje los servidores pueden colapsar”.

Algunos de ellos, que contienen servicios y sistemas básicos para la atención a clientes, deben ser “migrados inmediatamente” a nuevos equipos, pues “reflejan que les quedan 0 días para colapsar”, revelan los documentos de la entidad.

Dos expertos informáticos consultados explicaron que los servidores generan alertas cuando su capacidad se acerca al 80%, precisamente para evitar los colapsos y acelerar las reposiciones de equipos. “En infraestructura de tecnología no podemos coparnos más allá del 80%, porque luego no nos permite dar solución cuando se daña algo, esto funciona con una holgura de 75%, 80% máximo, no puede subirse más. Esto emite una alerta de que ya está en el 80%, que debe tomarse acciones, que ya no es una infraestructura recomendable. Ellos tenían que haber actuado cuando se produjo la primera alerta”.

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El colapso de los servidores significaría la afectación, a corto plazo, de ocho servicios, advierten los técnicos de CNEL. Entre ellos, por ejemplo, el de facturación electrónica, pues las facturas para los clientes no podrían emitirse de manera electrónica, como lo requiere el Servicio de Rentas Internas.

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Tampoco se podrían realizar los pagos de planillas a través de las diferentes instituciones bancarias o financieras, lo que implicaría que toda la gestión de cobro se volcaría hacia las agencias de la CNEL. A diario, la Corporación Eléctrica recauda $ 2,2 millones de planillas por el servicio de energía.

La atención a los reclamos de los usuarios también se afectaría, pues los agentes de los call center no podrán acceder a la información informática de los usuarios cuando éstos llamen para ingresar solicitudes o presentar quejas.

El sistema administrativo y financiero de la CNEL también se impactará al no poder generar los pagos a los proveedores y al mismo personal de la institución. Otro riesgo sería la imposibilidad de acceder a los sistemas que contienen las rutas de los clientes, sin esto los técnicos no podrían llegar a los domicilios para realizar reconexiones o visitas.

Los correos electrónicos también colapsarían y tampoco podría darse la atención de citas virtuales, como se realiza actualmente, y que “sirven para descongestionar las agencias”. (I)

CNEL tiene once unidades de negocios en el país, cada una con diferente infraestructura tecnológica

La ‘crítica’ situación de los servidores informáticos, que contienen todas las operaciones de la CNEL, se origina en la diversidad de marcas, modelos o tecnologías que utilizan las diferentes unidades de negocio a nivel nacional.

Esto data del año 2009, en que se creó la CNEL y se fusionaron diez empresas distribuidoras de energía eléctrica, a las que se sumó en 2014 la eléctrica de Guayaquil, completando las 11 unidades que actualmente conforman la Corporación.

“Cada una de las unidades tenía sus propias necesidades y visión en cuanto a las tecnologías de la información, lo cual luego de la fusión dio como resultado una infraestructura tecnológica altamente heterogénea, con diferentes marcas, modelos y arquitecturas de tecnologías, lo que sumado a la antigüedad de muchos de los equipos vuelven su mantenimiento muy caro y complejo”, señalan los informes de la CNEL.

Ahí se concluye que esa complejidad “llevó a la ineficiencia operativa y a la dependencia total de terceros, debido a la imposibilidad práctica de tener personal técnico que se especialice en todas las tecnologías posee la CNEL, situación que aún en parte se mantiene”. (I)