El riesgo país del Ecuador se colocó el martes 21 de noviembre en 1.921 puntos, 133 puntos menos que el registrado el 15 de noviembre pasado cuando llegó a 2.054 puntos, pero aún muy superior si se compara con los 1.757 puntos que se registraron cuando ganó las elecciones presidenciales Daniel Noboa Azín.

El riesgo país ha estado oscilando en puntajes altos, que representan la percepción de un alto riesgo de que Ecuador no cumpla con sus obligaciones de deuda.

En días previos a la elección el riesgo país ha estado disparado, de acuerdo con analistas, debido a que el país tiene un complejo panorama de un amplio déficit que podría llegar más allá de $ 5.000 millones y también problemas de gobernabilidad. Así en los días anteriores a las elecciones de segunda vuelta, el indicador estuvo en 1.839 puntos, pero al conocerse que el ganador era Daniel Noboa Azín bajó a 1.757 puntos. Una baja no muy significativa, pero que reflejaba algún tipo de confianza.

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Sin embargo, en días posteriores, las declaraciones del presidente electo Noboa ante los multilaterales, en los que habló de la necesidad de recursos y que si no se conseguían (posiblemente a través de un préstamo puente) habría posibilidades de caer en default alborotó el mercado y los niveles subieron por encima de los 2.000 puntos. Adicionalmente, se conectó esa alza a la alianza que hiciera la agrupación política del presidente Noboa en la Asamblea Nacional con el grupo de correístas y el Partido Social Cristiano. El correísmo tiene una trayectoria polémica en cuanto a su cumplimiento de pago de deudas.

De acuerdo con Ramiro Crespo, presidente de Analytica Securities, el haber dado marcha atrás en el nombramiento de la ministra de Economía, Sariha Moya, que ahora irá a la Secretaría Nacional de Planificación (Senplades), muestra que el presidente ha escuchado a los mercados sobre sus dudas en este perfil y por ende sería un factor para la baja actual.

Sobre el tema de lo que sucede en la Asamblea, explica que el mercado puede estar entendiendo que hay una mayor gobernabilidad, pero aún está por verse cómo terminaría el reparto de comisiones. Considera que, por ejemplo, el haber empezado a hablar de una amnistía a Ricardo Patiño caería muy mal al mercado.

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Asegura que son nombramientos clave en este momento el del nuevo ministro, los dos viceministros y el subsecretario de deuda. Explica que Ecuador debe ser serio en el tema de la deuda y no caer en operaciones de recompra, como lo que sucedió en el correísmo, que al final le ha costado más de lo que ahorró, por haber tenido que acudir a otros mercados más caros para lograr el financiamiento, cuyo acceso se cerró en el mercado internacional.

Entre tanto, Alberto Acosta Burneo, editor de la publicación Análisis Semanal, considera que el hecho de no tener aún un ministro de Economía genera incertidumbre en el mercado, pero probablemente se entiende que el presidente ha reconocido que la primera opción no era el perfil adecuado. Recuerda que Moya fue quien acompañó al presidente Noboa a la visita en Washington y la sensación que causó era que no tuvo una importante participación, habló poco y por tanto no cumplió el papel que normalmente cumplen los ministros de presentar un plan serio para pedir que se lo apoye.

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Además, Acosta piensa que la mejora en el indicador tendría que ver también con la evolución del precio del crudo. Es que el lunes se habían registrado dos días consecutivos de alzas importantes, aunque este martes el precio del petróleo volvió a caer levemente ($ 77,62). Esto a puertas de que los productores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) debatan la profundización de los recortes de la oferta debido a la desaceleración del crecimiento mundial.

En lo político, para Acosta sigue habiendo falta de certezas por la alianza del Gobierno con PSC y el correísmo. En ninguna de las comisiones existe mayoría y todo está atado a acuerdos con los actores políticos. En todo caso, al haber tomado el oficialismo la Comisión de Régimen Económico y la de Desarrollo Económico garantiza el envío de sus leyes, lo cual podría llevar a que se apliquen leyes para cumplir el pago de la deuda.

En todo caso, ve preocupante que ciertas bancas de inversión como Barclays estén hablando insistentemente en que una manera para no caer en el default sería que Ecuador tome dinero de la Reserva Internacional para recomprar bonos. Para Acosta, esto atentaría contra la dolarización y el sistema financiero. Preocupa porque esta operación incluye: por un lado tomar el dinero de depositantes, pero con ello se dejaría abierta esa venta para otro tipo medidas como lo que ocurrió en el correato. Explica que para los inversionistas no es muy problemático que se tomen estas medidas perjudiciales, pues lo que les interesa es que se les pague. Sin embargo, para el país, sí lo sería. (I)