A pocos días de la segunda vuelta electoral y en medio de la coyuntura global por la política arancelaria de Estados Unidos y la caída del precio internacional del petróleo, el riesgo país de Ecuador volvió a subir este jueves, 10 de abril, y ya alcanza los 1.908 puntos básicos, según datos del Banco Central del Ecuador (BCE).

Este miércoles, 9 de abril, el indicador se había reducido a 1.736 unidades, luego que el martes se ubicó en 1.840 puntos, de acuerdo con las cifras del BCE.

El riesgo país es elaborado por el banco estadounidense de inversión JP Morgan. Mide las expectativas de los mercados internacionales ante la capacidad de un país para honrar sus obligaciones. Mientras más alto sea el puntaje se supone que hay más riesgo de impago.

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La volatilidad del riesgo país se da en un entorno de alta incertidumbre política por los resultados del balotaje del domingo 13 de abril entre el candidato-presidente Daniel Noboa y la aspirante del correísmo Luisa González.

Un análisis de la calificadora de riesgo Fitch Rating, publicado el miércoles, advierte que los resultados de los comicios serán determinantes para la continuación del programa económico que tiene Ecuador con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“La reñida carrera ha generado incertidumbre en torno al cumplimiento de Ecuador con su programa del FMI para 2024, la recuperación del acceso a los mercados para satisfacer las crecientes necesidades de financiamiento y la capacidad y voluntad de cumplir con las obligaciones de deuda”, observó la firma.

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Fitch Rating sitúa la calificación de riesgo soberano a largo plazo para Ecuador en CCC+, lo que implica riesgo real de una posibilidad de impago de la deuda por parte del país.

Antes de la primera vuelta electoral, que se realizó el 9 de febrero, el riesgo país se situó en 903 puntos, una cifra récord en los últimos dos años. Tras los resultados de las votaciones subió a 1.162 puntos. Desde entonces, y hasta el 10 de abril, el indicador se ha incrementado en 746 puntos.

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Aparte de las elecciones, el panorama para el país se complica por la caída del precio internacional del crudo WTI (de referencia para Ecuador), que ha descendido por debajo de los $ 60 por barril, a consecuencia del aumento de la producción petrolera de los países miembros de OPEP+ y a efectos de la guerra comercial a escala mundial desatada por los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump.

El desplome de la cotización del WTI está por debajo de la previsión del Gobierno ecuatoriano, que para el presupuesto fiscal prorrogado para 2025 estimó el precio promedio de exportación de crudo en $ 63,7 por barril. Esto implica menos ingresos petroleros para las arcas fiscales.

José Xavier Orellana, asesor empresarial y exviceministro de Comercio Exterior, explicó que numerosos factores políticos, institucionales y económicos impactan en el riesgo país.

En el ámbito político, dijo, se evalúan la voluntad de pago de la deuda, las agitaciones sociales y los conflictos armados. Desde una perspectiva económica se valoran elementos como una elevada deuda externa, un gran déficit fiscal, la estabilidad fiscal, la percepción de facilidad para negociar con organismos multilaterales y las fluctuaciones en los precios de exportación que sostienen al Estado tienen gran repercusión, como el cobre en Chile o el petróleo en Ecuador.

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En el aspecto institucional, Ecuador ha enfrentado desafíos en sus pagos, ya que solo ha completado el pago de un bono soberano una vez y ha tenido varios incumplimientos en otras ocasiones, indicó Orellana.

El experto anotó que quien gane las elecciones se enfrentará a una serie de desafíos económicos, incluyendo cuestiones fiscales, el estancamiento del crecimiento y la generación de empleo, así como la necesidad de diversificar la economía.

También deberá abordar el sector energético, abarcando petróleo, energía eléctrica y el desarrollo de fuentes de gas natural. Además, se enfrentará a problemas de competitividad comercial y logística, así como a retos en materia de seguridad, tanto en lo que respecta a la seguridad ciudadana como a la atracción de inversiones.

Los desafíos sociales, como la desigualdad, las cuestiones ambientales y las complejidades de la política exterior ante un entorno global de alta incertidumbre comercial, también requerirán su atención, puntualizó Orellana. (I)