El albergue Divina Misericordia, ubicado en el sur de Machala, se ha convertido en el epicentro de la solidaridad. Con una sonrisa y brazos extendidos, los pacientes reciben a los orenses que llegan no solo a comprar monigotes sino a llenarse de esperanza al saber que pueden contribuir para cambiar vidas.

En la parte final de la ciudadela Florida, sector 6 de la capital de la provincia de El Oro, se encuentra el refugio que ha sido hogar y santuario para 26 hombres y mujeres que enfrentan enfermedades mentales y la crudeza del desamparo.

Desde junio los que pueden controlar su motricidad inician la confección de estos años viejos, no solo como una actividad de distracción sino como un puente hacia la esperanza.

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La directora del albergue, María del Cisne Loayza asegura que ya como una tradición han puesto la venta de monigotes a $ 10 cada uno, pero en esta ocasión, debido a la crisis que enfrenta el país decidieron aumentar de 1.000 a 1.300 años viejos.

Este proyecto solidario no solo busca el apoyo financiero necesario sino también como una invitación a la comunidad a participar en actividades benéficas. La venta de los años viejos es solo una parte de un esfuerzo conjunto que incluye bingos y la tradicional venta de panes de pascua.

El albergue Divina Misericordia, con 31 años de trayectoria, se fundó con el ideal de ser un faro de humanidad, ofreciendo asilo y protección a aquellos que han sido olvidados por la sociedad.

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Cada monigote vendido no solo representa una contribución económica sino un gesto de empatía y amor hacia quienes enfrentan condiciones adversas, asegura Loayza.

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Decenas de personas se han acercado al lugar no solo para adquirir los años viejos sino también para conocer de cerca la experiencia de aquellos que los elaboran.

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Conversar con los pacientes se convierte en un recordatorio de que la comunidad es parte fundamental de esta historia de resiliencia y esperanza.

Hasta las 12:00 de este domingo 31 de diciembre, a través de sus redes sociales, el albergue anunció que les quedaban 200 monigotes, con la esperanza que con el paso de las horas lograr cumplir su objetivo. (I)