En una casa patrimonial, en el sector de la Mariscal, en el centro-norte de Quito, una cafetería fusiona la lectura, el café y el amor por los felinos. El penetrante aroma de esta tradicional bebida y las hojas de la gran cantidad de libros apilados en estanterías apagan el ruido exterior y te invitan a un lugar de meditación.
Daniel Acosta, gerente de la Cafetería Tres Gatos, se emocionó al recordar cómo empezó el proyecto y el porqué del nombre que ya lleva siete años recibiendo a estudiantes, trabajadores y gestores culturales por más de siete años.
“El nombre tiene que ver porque me dijeron que en Quito no era muy buena idea una cafetería combinada con una librería y que me iba a quedar solo con mis tres gatos. Entonces, en lugar de ser una desmotivación, fue un impulso para montar el negocio”, apuntó.
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Amante de los gatos y de los espacios con mucha historia, Daniel explicó que al ver la casa no dudó ni un segundo. “Este domicilio tiene más de 70 años, tiene una construcción muy colonial y la hemos podido transformar para que cada espacio cuente una historia y las personas sientan un hogar”, enfatizó.
No dejó pasar el hecho de que, por ser antigua, las historias paranormales abundan. “Me he dado cuenta de que acá tenemos un fantasma. Siempre bota los mismos libros, entonces asumo que tiene bronca con ciertos autores”, afirmó entre risas.
Tres Gatos ha logrado contribuir con el arte de la capital, debido a que en sus instalaciones se han realizado clubes de lectura y micrófonos abiertos a la literatura, donde escritores aficionados o profesionales pueden llegar y leer en voz alta parte de sus poesías, novelas, cuentos y demás piezas literarias que han creado.
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Daniel rescató que su “comunidad felina de lectoras y tomadores de café”, como él los llama cariñosamente, ha ido dejando una huella imborrable en cada visita y, sobre todo, a cada uno se los va reconociendo por el libro que escogen, el café que prefieren o por el sitio donde gustan estar dentro del restaurante.
Con el pretexto del Día Internacional del Libro, celebrado el pasado miércoles 23 de abril, Tres Gatos abrió sus puertas a doce proyectos de librerías y editores independientes para vivir La Feria de Librerías.
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“Abril se convierte en el mes del libro y la lectura, por ello hemos invitado a varios proyectos para hacer una feria. Fue el domingo 27 de abril, de 10:00 a 17:00, y vivimos una verdadera fiesta, aquí en Tres Gatos, en la calle Tamayo, entre Veintimilla y Wilson, cerca de la Universidad Católica, para celebrar el amor por la lectura”, señaló Daniel.
Entre el café y los libros, Daniel es un amante acérrimo de los felinos, por ello el nombre de la cafetería. Sin embargo, como anécdota, contó que mucha gente le pregunta: ¿Dónde están los gatos si el lugar tiene ese nombre?
“El detalle está en que a mis hijos gatos no los traigo acá, pero teníamos la particularidad de que el gato del vecino pasaba acá. La gente quería acariciarlo y él no se dejaba, solamente se acercaba a quienes tenían su misma personalidad”, añadió.
Entre la gran galería de libros que dispone Daniel en Tres Gatos, se incluyen también ejemplares felinos. “Tenemos una sección de libros de gatos que van desde gatos literarios o que mencionan a alguno como personaje”, manifestó.
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La comunidad lectora ha ido creciendo, según Daniel, así como las mascotas que tiene en su casa. Ahora cuenta con cuatro gatos, cada uno con un nombre peculiar.
“El que está en el logo del espacio se llama Ursus Teodoro Dareltargaryen Butler Pantera Negra, alias Olshor. La segunda se llama Simone Macarena, el tercero falleció, pero se llamaba Hemingway Cambalache, el cuarto se llama Dimitri Botitas y la última es Felipa Nepomusena”, relató Daniel, con mucho entusiasmo.
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Él recordó que los gatos están tan ligados al arte de escribir porque han inspirado la vida de famosos artistas. “Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Patricia Highsmith, Elena Garro y cientos de literatos han demostrado amor por los gatos dedicándoles poemas, textos, entre otros”, contó. (I)
