Tulcán

Los productores de cebolla blanca y roja en Carchi aseguran que el contrabando de este producto agrícola originario del Perú estaría afectando económicamente a este sector.

El Ecuador se habría convertido en país de tránsito, ya que este producto peruano es exportado por Colombia, nación que paga todos los aranceles aduaneros y desde allí la cebolla regresa irregularmente al territorio nacional.

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Los agricultores del cantón Bolívar denuncian que los cargamentos de cebolla perla, como también se conoce a esta variedad, burlan los diferentes controles fronterizos colombo-ecuatorianos, continúan por la E35 o vías alternas hasta arribar al mercado Mayorista (Bolívar), ubicado a 61.6 km de Tulcán, donde es comercializada a precios bajos, desplazando al producto nacional.

La cebolla peruana tiene un precio inferior a los establecidos en Ecuador y Colombia, algo que estimula el contrabando, advierten los sembradores, quienes ven golpeada su economía por los bajos costos que alcanzan en el mercado ecuatoriano.

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Sorprendentemente, los camiones con estas cargas recorren el territorio nacional desde la frontera sur, pasan hacia Colombia con documentación aduanera, y luego regresan al Mayorista de Bolívar, bajo la modalidad de contrabando, denuncian.

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Preocupación en los productores de cebolla en Carchi ante la proliferación del contrabando de este producto. Foto: El Universo

El Comité de Gestión Agrícola de Bolívar indicó que esta actividad irregular está dejando en la calle a más de 300 cultivadores de esa jurisdicción, y ante el momento difícil que viven progresivamente vienen ejerciendo medidas de presión. El lunes 19 de junio bloquearon la E35 (Panamericana norte) por tres horas demandando mayores controles.

David Pabón, presidente del gremio, sostiene que el contrabando se ha vuelto incontrolable, demanda del Ministerio de Agricultura y Ganadería, Agrocalidad, Aduana, Ejército y Policía Nacional estrategias efectivas y reforzar los operativos en los pasos fronterizos y Panamericana norte.

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En las últimas horas se reunieron con Libardo Benálcazar, alcalde de Bolívar, con el objeto de solicitar que el mercado Mayorista sea abierto a las 02:00 y que la municipalidad restrinja la venta en los exteriores de esta infraestructura, que son tomados por los contrabandistas.

“Existen bodegas externas donde son acopiados productos agrícolas colombianos y peruanos que no son sometidos a ningún tipo de control sanitario, fomentando el comercio informal”, denuncian los perjudicados.

Pabón agrega que la regularización de la venta en el centro de comercio ayudaría a controlar esta situación y garantizaría la seguridad de los comerciantes que llegan desde varias provincias.

Luis Jurado, intendente de Policía de Carchi, sostiene que existe un decreto ministerial para frenar el contrabando, lamentablemente los productores se resisten a aplicarlo.

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Este mandato establece como requisito principal la emisión de guías de movilización por el Ministerio de Agricultura, que permiten transportar productos agrícolas por las carreteras del país sin restricción alguna.

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Los controles aduaneros se dificultan debido a que sin las guías resulta imposible determinar el origen de la cebolla, es decir, identificar si proviene de Perú, Colombia o es nacional.

Los contrabandistas cuando son requeridos por las fuerzas de control en las vías argumentan que son ecuatorianas, comenta un agente de control fronterizo de la Policía Nacional.

La guía garantiza la procedencia, ya que cuenta con el historial de siembra y el lugar donde fue cosechada la cebolla, explica Jurado.

Está prevista una reunión con las autoridades de control para buscar una solución. Pabón denuncia que el 60 % de estos productos que se expenden en Quito, Guayaquil y Ambato entraron a través del contrabando.

El saco de cebolla blanca que costaba hace una semana $ 48, este lunes se vendió en $ 25; mientras que la roja se comercializó hace una semana en $ 30 y el lunes cayó a $ 10, a causa del alto contrabando y sobreoferta. (I)