Una mañana nublada y fría, marcada por el Domingo de Ramos, fue el escenario en el que se desarrolló el proceso electoral de la segunda vuelta presidencial en el centro de Quito.

Familias o personas solas se acercaron a los recintos electorales para depositar su voto, aunque hubo cuestionamientos por la falta de facilidades para acceder a las juntas receptoras.

José Pozo acompañó a su madre, Martha Duque, a votar. Cálculo que ella se demoró unos tres minutos en sufragar, no tanto por el proceso en sí, sino porque tuvo dificultades para llegar a la junta receptora. Esto debido a complicaciones al subir gradas.

Publicidad

Pidió que haya facilidades en la infraestructura para las personas de la tercera edad.

Él vive en Machachi, a una hora aproximadamente de Quito, mientras que su progenitora en La Argelia, en el sur de la ciudad. Prefieren seguir yendo al centro para pasear, comentó. Después de sufragar iban a misa.

Joer García, de 60 años, llegó a la unidad educativa La Providencia junto con su madre, de 80.

Publicidad

Viven en la Mitad del Mundo, en el extremo norte de la urbe, pero al ser oriundos del centro, regresar y recorrer el barrio se ha convertido en una tradición, sostuvo él.

Después de sufragar iban a desayunar.

Publicidad

Guadalupe, su madre, con un poco de dificultad al caminar, dijo que siempre vota y siente con orgullo ser ecuatoriana.

García comentó que no hubo ningún tipo de demora en sufragar y estuvo de acuerdo en que no se tomen fotos a la papeleta electoral.

Unos electores acudieron en familia a sufragar. Foto: Javier González.

Jorge Flores, con indumentaria deportiva oscura, llegó a uno de los recintos electorales en su bicicleta. Vive en el sector de La Gatazo, en el sur de la capital, y tardó alrededor de 20 minutos en llegar al centro histórico, mientras que su familia se desplazó en transporte público.

Los manubrios de la bicicleta lucían adornados con la bandera amarillo, azul y rojo.

Publicidad

Flores señaló que el tránsito estuvo normal con bastante movimiento debido a las elecciones.

Estimó haberse demorado alrededor de un minuto, pues la mesa en la que le tocó depositar el voto estaba vacía.

Dado que el sufragio de la segunda vuelta se desarrolló este 13 de abril, coincidiendo con la conmemoración del Domingo de Ramos, varios ciudadanos llevaron consigo sus ramos. Ese fue el caso de Xavier Armijos, quien estaba junto con su familia. Él llevaba un gran ramo después de haber asistido a misa en la iglesia de San Francisco y haber votado en el colegio San Andrés.

Del proceso electoral contó que todo fue normal, tranquilo y que se demoró menos de un minuto en depositar su papeleta.

Respecto a la prohibición para tomar una foto del voto, él mencionó que no ve la necesidad de registrarlo en imágenes.

Armijos indicó que hubo bastante gente en la iglesia por la celebración religiosa.

En los propios recintos electorales o en los exteriores hubo personas que ofrecían emplasticar el certificado de votación a $ 0,25.

El precio era anunciado mediante gritos de parte de los comerciantes, que mencionaron que el negocio estaba mejor que en la primera vuelta, dado que estuvo bajo porque las personas preferían guardar el documento.

También hubo personas de empresas encuestadoras que aplicaban exit poll, es decir, preguntaban a los electores por quién habían sufragado.

En los exteriores de los recintos electorales hubo entre uno y dos efectivos policiales y un militar por cada junta receptora del voto. (I)