El aeropuerto Eloy Alfaro de Manta, en Manabí, enfrenta problemas operativos que lo obligan a depender de la ayuda del sector privado para realizar mantenimientos básicos.

Este diagnóstico lo sostiene Jimmy Villavicencio, presidente del Comité Técnico Ciudadano para el Desarrollo del Aeropuerto, quien asegura que la terminal aérea padece de inconvenientes permanentes de presupuesto. Esta situación, según él, no solo compromete el servicio actual, sino que también pone en riesgo el crecimiento de la terminal aérea.

La problemática se evidenció recientemente cuando la terminal sufrió la suspensión de su sistema de aire acondicionado. La causa de la avería fue la quema de unos breakers eléctricos, cuyo costo de reposición superaba los $ 300.

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Aeropuerto de Manta solo operará de 06:00 a 22:00, según la DGAC

Sin embargo, según el comité, no existían los fondos necesarios para adquirirlos, paralizando la operación por falta de una partida menor. De hecho, la solución provino del sector privado, que logró una donación para poner en marcha nuevamente los equipos de enfriamiento, indicó.

Villavicencio advirtió que esta ayuda es solo un paliativo temporal. Si la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) no cuenta con el presupuesto básico para realizar mantenimientos preventivos, hay temor de que estos equipos se vuelvan a quemar. Por lo tanto, el foco del problema se centra en dos áreas: el presupuesto y la administración, expone.

El comité insiste en que el déficit de recursos económicos es, sin duda, la situación más grave de las dos.

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Villavicencio dijo que la falta de asignación presupuestaria a Manta es un reflejo de la estructura financiera del sistema aeroportuario nacional.

Según la investigación del comité, el presupuesto total de los 22 aeropuertos administrados por el Estado en Ecuador ronda los $ 95 millones. Aproximadamente $ 61 millones de este monto serían autogenerados por las terminales aéreas, mientras que el resto provendría de una asignación directa del Estado.

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De los $ 95 millones totales, la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), con sede en Quito, recibiría cerca de $ 40 millones. Por consiguiente, una parte significativa de estos recursos, el 70 %, se destinaría al gasto corriente de la institución. Solo el 30 % restante se canalizaría hacia la inversión.

“La Dirección Regional Costa, con sede en Guayaquil, administra un total de nueve aeropuertos en el Litoral ecuatoriano. Es crucial notar que, de estas nueve terminales, el aeropuerto de Manta es el único que genera un superávit. No obstante, a pesar de su rentabilidad, la Dirección Regional recibió una asignación global de solo $ 1,9 millones para la gestión de los nueve aeropuertos durante el año 2024″, explicó.

De los $ 1,9 millones, el aeropuerto Eloy Alfaro apenas recibió $ 137.000, de acuerdo con Villavicencio. Esta cifra contrasta drásticamente con los $ 500.000 que Manta requiere anualmente para mantener una operación adecuada y garantizar servicios de calidad, según las proyecciones técnicas. Además, en el mismo periodo de 2024, el aeropuerto de Manta generó más de $ 3 millones en ingresos propios para el Estado.

“Si el Gobierno central asignara los $ 500.000 ($ 400.000 directos más $ 100.000 de inversión nacional) que se necesitan, esto representaría apenas un 10 % de lo que Manta autogenerará en el año. El desarrollo y la continuidad operativa del aeropuerto dependen enteramente de esta asignación mínima. De no obtener estos recursos, se compromete la operación y se elimina cualquier posibilidad de crecimiento de la actividad”, detalló.

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La exasambleísta de Manabí, María Mercedes Erbs, coincide con este análisis y resalta la contradicción en la postura gubernamental.

Erbs indica que, a menudo, los ministros y los asambleístas se refieren al aeropuerto de Manta como “la niña de sus ojos”, gracias a que cuenta con una de las mejores pistas de aterrizaje en Sudamérica. Por lo tanto, para ella, la falta de presupuesto para el mantenimiento adecuado no evidencia esa prioridad estratégica que se declara en el discurso político.

Los temas presupuestarios han tenido repercusión en la operación y la seguridad.

A principios de año, la aerolínea Avianca suspendió temporalmente sus vuelos nocturnos en Manta debido a la recurrente presencia de aves, lo que representaba un riesgo para los motores de las aeronaves. Resolver esta crisis de seguridad implicó la gestión permanente del sector privado y el Municipio, que aportó equipos y donaciones para controlar la maleza.

Asimismo, la colaboración ciudadana ha sido constante a lo largo del tiempo para suplir otras carencias básicas. Por ejemplo, el servicio de internet que utiliza el aeropuerto ha sido una donación del sector privado durante los últimos seis años.

Avianca reanuda operaciones en el aeropuerto de Manta en horario nocturno ante el riesgo de aves

Villavicencio sostiene que el Estado recauda entre $ 3 millones y $ 4 millones que genera Manta, pero solo gasta $ 137.000 en su mantenimiento.

“Si el aeropuerto generara más ingresos a través de la inversión, este aumento de utilidades beneficiaría directamente al presupuesto general del Estado. Al recortar los recursos, la DGAC pone en peligro la fuente de esa recaudación”, aseguró.

El comité considera “muy cansado” mantener una lucha permanente por recursos básicos. El aeropuerto en 2024 manejó a 300.000 pasajeros en sus 20 vuelos nacionales semanales.

La raíz del problema requiere, según el Comité Técnico Ciudadano, dos soluciones inmediatas: un aumento sustancial del presupuesto y una gestión administrativa más eficiente por parte de la DGAC.

Aurora Valle, gobernadora de Manabí, indicó que el Ministerio de Infraestructura está muy al tanto en el tema del aeropuerto. Subrayó que el funcionario visitará Manabí y este es uno de los temas que tratará.

En varias ocasiones anteriores este medio ha buscado una entrevista con la DGAC en Manta para abordar este tema, pero no ha sido posible concretarla. (I)