La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos (Aedes, Haemagogus) en zonas tropicales de África y América del Sur, y puede causar síntomas leves con un diagnóstico y tratamiento oportuno.

Después de la picadura de un mosquito infectado, el virus ingresa al cuerpo y el período de incubación suele oscilar entre 3 y 6 días. Durante esta fase, la persona infectada aún no presenta síntomas, pero el virus ya se está multiplicando en el organismo.

Alrededor de una semana después de la picadura, ya aparecen los primeros síntomas.

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Los primeros síntomas de la fiebre amarilla

  • Inicio abrupto de fiebre alta: Temperaturas que pueden superar los 39 °C.
  • Escalofríos y cefalea intensa: Dolor de cabeza severo, especialmente retroocular.
  • Mialgias y artralgias: Dolores musculares y articulares, con molestias en espalda y rodillas.
  • Malestar general y astenia: Debilidad marcada, cansancio extremo.
  • Náuseas, vómitos y pérdida de apetito: Síntomas gastrointestinales que pueden llevar a deshidratación si no se maneja adecuadamente.

Esta fase inicial puede durar de 3 a 4 días. Los pacientes con diagnóstico y tratamiento se pueden recuperar tras esta primera etapa y no desarrollar complicaciones graves.

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Síntomas graves de la fase tóxica

Los enfermos con síntomas más graves y sin tratamiento avanzan a una segunda fase, más peligrosa, que se caracteriza por:

  • Ictericia: Coloración amarilla de piel y mucosas, de donde deriva el nombre de la enfermedad.
  • Insuficiencia hepática: El virus causa daño severo al hígado, reduciendo la producción de factores de coagulación.
  • Hemorragias: Sangrado por encías, nariz, tubo digestivo (vómito de sangre o melena).
  • Disfunción renal: Orinas oscuras, disminución del volumen urinario, que puede evolucionar a insuficiencia renal aguda.
  • Fiebre alta persistente y delirio: Inquietud, confusión o somnolencia excesiva.

La mortalidad es posible en esta fase si no se brinda atención médica oportuna, que incluye manejo de líquidos, soporte hepático y control de hemorragias.

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Si usted presenta cualquiera de estos síntomas, debe acudir a un centro de salud para que reciba un diagnóstico temprano y llevar un tratamiento con un médico. (I)