Diana Ríos decidió cambiar a su hijo a la modalidad de estudios a distancia. El chico entrena en las divisiones formativas de un equipo de fútbol de la capital y los horarios entre los estudios y entrenamientos tenían un conflicto.
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“Yo sé que no es lo mismo, pero está cumpliendo su sueño, nunca fue malcriado o malo para estudiar, mientras pueda jugar yo creo que le tenemos que apoyar”, explicó la madre.
En Quito, se han registrado un total de 54 instituciones que ofrecen educación a distancia, con distintas combinaciones de modalidades.
En otras ciudades del país los índices delincuenciales han obligado a cambiar la modalidad de centros educativos, por el riesgo que corren.
Álex Lara señaló que es una preocupación que siempre tienen como padres de familia, aunque aseguró que la capital todavía no llega a niveles extremos.
A su juicio, los actos delictivos que se conoce en Quito son producto de delincuencia común, y no de la pelea territorial de grupos de crimen organizado.
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“Sí se escucha que hay acá también esos grupos, pero no es mucho, no se han metido con los niños”, enfatizó.
Este tipo de educación ha tomado un papel relevante en la oferta educativa. Según datos del Ministerio de Educación, esta modalidad está disponible en diversas instituciones de la ciudad, ofreciendo alternativas educativas flexibles y accesibles para los estudiantes.
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Estas instituciones se distribuyen de la siguiente manera:
- A distancia: 44 instituciones
- A distancia y red virtual: 2 instituciones
- Presencial y a distancia: 5 instituciones
- Presencial, semipresencial y a distancia: 1 institución
- Semipresencial y a distancia: 2 instituciones
Estas modalidades permiten a los estudiantes acceder a la educación sin la necesidad de asistir físicamente a un aula, adaptándose a las circunstancias individuales de cada alumno.
La educación a distancia en Quito abarca diversos niveles educativos, desde la educación general básica (EGB) hasta el bachillerato. En total, se ha registrado la participación de 1.128 estudiantes en EGB y 3.033 en bachillerato.
Esto muestra una alta aceptación de esta modalidad entre los estudiantes de la ciudad, quienes buscan opciones que les permitan compaginar sus estudios con otras responsabilidades o limitaciones geográficas.
Según una docente consultada, la modalidad a distancia ofrece múltiples beneficios para los estudiantes. Proporciona flexibilidad horaria, lo que es ideal para aquellos que trabajan o tienen otras obligaciones.
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Además, permite a los alumnos aprender a su propio ritmo, utilizando herramientas tecnológicas y recursos digitales que enriquecen su proceso aprendizaje.
Esta modalidad también se convirtió es una solución viable en tiempos de emergencia, como la pandemia de COVID-19, que obligó a muchos estudiantes a continuar sus estudios desde casa.
Esto estaría en camino de optimización, pues existen padres de familia y representantes que aseguran que los estudiantes han disminuido su rendimiento y comprensión por las diversas dificultades que significó adaptar en medio de la pandemia el modo de estudio.
Existen notables diferencias marcadas en cuanto a los recursos de instituciones públicas y privadas. Ese es uno de los ejes principales que toman partido al momento de la adaptación a nuevas tecnologías y modos de estudio.
Sin embargo, autoridades han asegurado que se mantienen en camino de mejora constante para brindar educación de calidad a nivel nacional. (I)
