De la impresión con plomo a la de la tinta y ahora a la digital (al instante en la web). De las páginas en blanco y negro a las de color y ahora a las interactivas, con gráficos que despliegan contenidos donde se coloque el cursor. De las fotos a los videos que se hacen incluso con el mismo equipo. De la llamada telefónica para dictar la información (para el día siguiente) al tuit o a la transmisión en vivo por redes sociales y a la noticia por internet de inmediato.

Así fueron cambiando y han evolucionado los procesos informativos desde la primera edición de EL UNIVERSO, que salió el viernes 16 de septiembre de 1921, hasta hoy, que cumple un centenario de vida. A lo largo de todo este tiempo sus páginas han estado marcadas por los amplios y variados despliegues de todas las realidades posibles, ya sean locales, nacionales, regionales e internacionales, donde los equipos periodísticos y colaboradores han llegado para escuchar, recorrer, registrar, contrastar y exponer situaciones.

Pero estos últimos 40 años son el periodo con cambios más notorios por los desafíos y exigencias de la modernidad, marcados por los avances tecnológicos que han acelerado procesos y que han hecho aprender también al andar, coinciden periodistas, fotógrafos y extrabajadores entrevistados por este Diario. Para entonces, Ecuador ya había retornado a la democracia (con las elecciones populares de 1979), tras casi diez años consecutivos de dictaduras.

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El 10 de agosto de 1979, Jaime Roldós Aguilera (c), asumió la presidencia de la República. Observan Alfredo Poveda (i), jefe del Triunvirato militar que entregó el poder, y Osvaldo Hurtado (d), que llegó a la vicepresidencia con Roldós.

Tiempo después y ya en la década de los 90, la última antes del cambio de siglo, Ecuador fue golpeado por sucesos como un nuevo episodio de guerra con Perú, inundaciones, el fenómeno de El Niño; las repercusiones del conflicto armado en Colombia (sobre todo en las zonas de fronteras) y del Plan Colombia… Y ahí estuvo EL UNIVERSO.

Este Diario también fue testigo del proceso de paz con Perú, de la inestabilidad política y económica que se vivió con la destitución de Abdalá Bucaram y la caída de Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez, que fueron presidentes de la República entre 1997 y 2005, y se dio paso a la sucesión presidencial en ambos casos; de las olas migratorias, del feriado bancario, de las crisis; de la explotación de los recursos naturales y de la afectación a comunidades indígenas adentradas en la selva; de la falta de libertades; de casos de corrupción; de los mundiales de fútbol, de los Juegos Olímpicos; de la santificación de Narcisa de Jesús, entre otros.

CIUDAD DEL VATICANO.- La joven del milagro Edermina Arellano asistió a la canonización de santa Narcisa que se realizó en la plaza de San Pedro. Durante la mañana se colocó también el lienzo que develará el papa Benedicto XVI. Foto: Jorge Guzmán./EL UNIVERSO

A inicios de los 90, revelar una toma o un rollo de fotos demoraba una hora en laboratorio, porque se aplicaban siete químicos diferentes donde se hacía un paso por cada uno. Esto sin contar que tras el revelado se debía de secar, copiar la foto y luego hacerla o dejarla lista para que pasara al siguiente departamento o proceso.

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Ahí todavía no había cámaras digitales. Y eran fotos en blanco y negro (en rollo tradicional) o a color en los llamados rollos slide. Estas últimas iban para las portadas, páginas de temas especiales o para notas que así lo ameritaban, cuentan Francisco Bravo, quien el 1 de abril de 1990 fue contratado exclusivamente como laboratorista. Ya con la llegada de las cámaras digitales al Diario, por gestión de Nicolás Pérez Lapentti, resalta, pasó a trabajar como fotógrafo hasta su jubilación en el 2016.

En tiempos de viajes y coberturas, los fotógrafos llevaban por lo general dos cámaras con rollos en blanco y negro y el slide (para fotos a color). Los baños de los hoteles o habitaciones completamente oscuras o cerradas servían para relevar las fotos que luego mandaban. Bravo usaba incluso el balde cubierto de la camioneta en la que se movilizaba.

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Y el envío desde el punto en el que se encontraban, sea nacional o internacional, era complejo, pues dependían de la señal telefónica que lograran. Y la foto se iba línea por línea, pero si entraba una llamada, esta se cortaba y el proceso iba de nuevo. Por eso, muchos optaban por mandar sus rollos o materiales por transporte público, por encomiendas o pedían de favor a choferes y conocidos que hicieran llegar aquel material.

En el caso de las notas periodísticas y antes de la llegada de los celulares, los periodistas enviaban por fax (antes debían escribir a mano o a máquina) o llamaban para dictar sus reportes. Unos incluso lograban llevar máquinas de escribir para ir avanzando sus escritos.

Así recuerdan Luis Rosero, Gustavo Cortez (fue editor general de EL UNIVERSO durante catorce años), Robert Zea, Ricardo Tello, José Olmos (editor), Katherine Mendoza (editora), Santiago Neumane Guamán (editor de redes sociales).

Ellos cuentan que EL UNIVERSO ha estado siempre en coberturas de relevancia como las internacionales, efectuadas, por ejemplo, en la zona de guerra con Perú; en las rutas ilegales que tomaban migrantes ecuatorianos por llegar al ansiado suelo americano.

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Asimismo, en los más de 640 km de recorrido por la frontera colombo-ecuatoriana, donde se desnudó la realidad y convivencia entre civiles y grupos irregulares; así como millones de coberturas nacionales, como la del primer equipo periodístico del Diario que con fines informativos llegó a la cumbre del Chimborazo, en el 2000, para contar la labor de científicos europeos y americanos que recogían muestras para determinar la variabilidad y periodicidad del fenómeno de El Niño, resalta Olmos.

Otra de las grandes coberturas fueron el proceso eruptivo del volcán Tungurahua, en 1999; los terremotos en Ecuador, como los que tuvieron epicentro en Bahía de Caráquez (Manabí), en 1998, y Pedernales (Manabí), en el 2016.

Edificios colapsaron en varias ciudades manabitas debido al poderoso terremoto del 2016, como esta imagen que muestra la situación en el centro de Portoviejo. Ángel Aguirre

Así como elecciones y cambios de mando de gobiernos de países vecinos como Venezuela; sus modelos políticos y su incidencia en la región y en Ecuador. Ahí también ha estado EL UNIVERSO, destaca Tali Santos, quien fue periodista y editora en este Diario.

“En estos primeros 20 años del siglo XXI, Ecuador vivió acontecimientos relacionados con el fútbol, como la clasificación a los mundiales de 2002, 2006 y 2014, y con la religión, con la canonización de la noboleña Narcisa de Jesús... Y eso cubrió EL UNIVERSO”, dice Neumane.

Y en el 2020 llegó el COVID-19, la pandemia que tomó también por sorpresa a Ecuador y que sumió al país en llanto, dolor, temor, contagios y miles de muertes, marcando así una nueva forma de comunicación, pues el teletrabajo fue mandatorio para contrarrestar la crisis sanitaria, que aún no es superada. (I)