Luego de tres años de permanecer cerrado, este martes 11 de abril el Museo de las Conceptas reabrirá sus puertas al público. Los problemas económicos no se superan del todo, pero gracias al apoyo de la Universidad de Cuenca se reabrirán las salas y otras actividades como los recordados ‘Sábados en familia’ o ‘Las Limpias con mamá Chabelita’.

Fue en marzo del 2020 cuando los directivos de este espacio decidieron cerrar las puertas porque la situación, desde la perspectiva económica, se volvió insostenible. Los ingresos generados por las entradas pagadas de los visitantes cayeron totalmente. Un aporte comprometido por el Municipio de Cuenca se suspendió y las donaciones voluntarias se redujeron radicalmente.

Estos elementos sumaron para que no se puedan reparar techos, canales o paredes, menos aún pagar al personal que tuvo que ser forzosamente despedido.

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Pero la situación cambió a partir de diciembre del 2022, explica la directora del museo, Mónica Muñoz, cuando se empezó a concretar la ayuda de las autoridades de la Universidad de Cuenca, básicamente el aporte de personal de las facultades de Ciencias Económicas y Administrativas, Ciencias Agropecuarias, Filosofía y Ciencias de la Hospitalidad, a través de las prácticas preprofesionales y de vinculación de la comunidad.

En compañía de algunos docentes se empezaron a planificar los procesos previos y planes posteriores a su reapertura.

Parte de las reliquias que se expondrán en el museo. Foto: Johnny Guambaña. Foto: El Universo

Este martes 11, el museo se reabrirá con una muestra denominada Ora et labora, que son los principios que rigen a la comunidad religiosa de las conceptas y que incluye representaciones de las labores de las monjas, historia del convento y el aporte de las mujeres desde 1599 hasta la actualidad.

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Con esto se espera que este lugar, inaugurado en 1987, vuelva a exhibir las muestras en las 24 salas expositivas en el edificio ubicado en las calles Hermano Miguel y Juan Jaramillo, en el centro histórico de la ciudad.

En el espacio hay recreaciones de las celdas o dormitorios de las religiosas conceptas, propietarias de este lugar que data de 1561. Foto: Johnny Guambaña. Foto: El Universo

Hay algunos espacios que fueron readecuados. Uno de esos es la instalación de una enfermería de la época, en donde se observan los elementos médicos con los que se curaba dentro del claustro, como frascos con plantas medicinales, un mortero y un viejo pero mantenido recetario.

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Otra es la sala fúnebre, en donde se conserva una estructura de madera en la que se velaba y cargaba a los fallecidos.

Caminar por las áreas del Museo de las Conceptas es un privilegio, porque se puede visualizar una importante colección de objetos religiosos, como diferentes advocaciones de la Virgen María, de Jesús crucificado, tallados por reconocidos maestros como Gaspar Sangurima, pero también recreaciones de las celdas o dormitorios de las religiosas conceptas, propietarias de este lugar que data de 1561, apenas cuatro años después de la fundación española de Cuenca.

En la sala fúnebre se conserva una estructura de madera en donde se velaba y cargaba a los fallecidos. Foto: Johnny Guambaña. Foto: El Universo

También hay lugares donde se exhiben juguetes que se estima fueron elaborados entre los siglos XIV y XIX y que pertenecían a las niñas de la clase económica alta de la sociedad de Cuenca que entraban al convento, pero que también está relacionada al comercio entre Ecuador y Europa.

Para mantener la economía del museo se retomarán varias actividades que se pausaron forzosamente, como los ‘Sábados en familia’, que se iniciarán el sábado 15 de abril con una presentación de títeres a cargo del colectivo teatral Barojo, así como las ‘Limpias con mamá Chabelita’.

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El horario de atención será de 10:00 a 17:00 y el aporte por la entrada es de $ 4 adultos, $ 2 niños y personas con discapacidad y $ 5 por un adulto acompañado de un niño.

Mónica Muñoz asegura que la reapertura del museo es producto de muchas voluntades, principalmente de la Universidad de Cuenca y de la Arquidiócesis. Pero también de voluntarios y extrabajadores que en su tiempo libre han apoyado en la reactivación.

Uno de ellos es Juan Villa, quien se ha encargado del adecentamiento básico de los jardines. Para este hombre el museo es una parte importante de la ciudad y verlo salir adelante es algo muy relevante, por lo que anhela que pronto vuelva a ser lo que era hasta antes del cierre. (I)