La organización ambiental Ecoagents lideró un plantón frente a la Embajada de China, en Quito, con el objetivo de mitigar la creciente contaminación en las islas Galápagos.

El grupo de personas se reunió en la Cruz del Papa, en el parque La Carolina, y caminó con botellas plásticas que muestran la procedencia del país asiático.

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La manifestación, que contó con la participación de representantes de la fundación, miembros de la sociedad civil y medios de comunicación, buscaba llamar la atención sobre la alarmante cantidad de basura con etiquetas chinas encontrada en las costas de este ecosistema.

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Los representantes aseguraron que desde hace más de una década se ha reportado la presencia de basura, principalmente botellas plásticas con etiquetas chinas, en las playas de las islas Galápagos.

Estos residuos son arrojados al mar, causando una grave contaminación que afecta a las especies endémicas de la región.

La fauna local, incluyendo iguanas, flamencos y pingüinos, se ve obligada a abandonar sus hábitats naturales, lo que lleva a disputas territoriales y, en algunos casos, a la desaparición de especies.

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La contaminación plástica ha provocado una crisis ecológica en las Galápagos. Los residuos se acumulan en las costas y grietas rocosas, destruyendo nidos y áreas de apareamiento.

Fabián Lliguin, fundador de Ecoagents, explicó: “Hemos encontrado animales ahorcados por cabos, botellas plásticas donde los animales quedan atrapados y mueren, e iguanas con estómagos llenos de plástico. Esto está destruyendo la vida marina y convirtiendo áreas productivas en zonas estériles”.

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Una de las medidas propuestas por Ecoagents es evitar que la flota pesquera china arroje basura al mar. Lliguin afirmó: “Los capitanes de toda la flota asiática deben exigir a sus tripulantes que dispongan adecuadamente de la basura, tal como lo hacen otras embarcaciones en todo el mundo. Este simple acto puede tener un impacto significativo en la preservación de las Galápagos”.

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Durante más de diez años los grupos de pescadores artesanales han removido aproximadamente 160 toneladas de plástico al año de las islas Santa Cruz e Isabela. Sin embargo, la afluencia de plásticos continúa y las corrientes marinas depositan miles de botellas en las playas de las Galápagos.

“Están destruyendo las costas de Galápagos, los animalitos que viven en las grietas se van, no sabemos si se van a morir o a pelear por otro territorio, pero esa parte ya no está produciendo vida y eventualmente si esto continúa va a contaminar todo Galápagos”, añadió Lliguin.

En respuesta a esta situación, Ecoagents acudió a la Embajada de China para solicitar al embajador que ejerza su autoridad y ordene a los marineros de la flota pesquera de su pía que dispongan adecuadamente de los residuos plásticos.

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Óscar Intriago, pescador artesanal de la reserva marina de Galápagos, subrayó la gravedad del problema: “La costa está llena de plástico, y el problema no es solo el plástico visible, sino el microplástico que llega hasta 200 metros de profundidad. Cada vez hay más contaminación”.

Ecoagents hizo un llamado a la ciudadanía para que escriba cartas dirigidas a la Embajada de China, instando al embajador a tomar medidas para evitar que los residuos plásticos continúen llegando a las Galápagos. (I)