Ocurrió en Chiapas, México, cuando una caravana de unos 400 migrantes se detuvo en un río del poblado de Pijijiapan para refrescarse del calor. Jason Arroyo, de 26 años y oriundo de San Lorenzo, Esmeraldas, fue capturado por un grupo de hombres armados que se lo llevó con rumbo desconocido, según un comunicado de prensa de la organización 1800migrante.