Nelson Serrano fue el primer ecuatoriano condenado a muerte en Estados Unidos. Fue sentenciado por el asesinato de cuatro personas en 1997.

Él fue acusado por los asesinatos de George Gonsalves, de 69 años; Frank Dosso, de 35; Diane Patisso, de 28, y George Patisso jr., de 26, todos cometidos el 3 de diciembre de 1997 en Bartow, Florida.

Serrano, Gonsalves y el padre de Dosso, Felice, fueron socios de una fábrica de transportadores de ropa para lavanderías.

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La relación con los socios se deterioró en junio de 1997 debido al reclamo de Serrano por la aparente pérdida de un millón de dólares de la contabilidad del negocio.

Serrano abrió su propio negocio y demandó a sus exsocios. En medio de la disputa, fue denunciado de intentar entrar a la oficina, lo cual quedó grabado en una llamada al 911.

Los fiscales que llevaron el caso dijeron que la supuesta furia por haber sido despedido hizo que él organizara el plan para matar a Gonsalves y, a la vez, creara una coartada a casi 800 kilómetros de distancia.

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Serrano, quien poseía la doble nacionalidad, regresó al país en el 2000. A él lo detuvieron en agosto de 2002 en Ecuador. Salía de un restaurante con su familia y fue detenido por policías. Lo deportaron en menos de 24 horas a Estados Unidos para que respondiera a los cargos que se le imputaban.

Durante los años que estuvo en prisión, su defensa alegó su inocencia y que no tenía relación con los crímenes. Él sostuvo que, en el momento en que ocurrieron los delitos, estaba fuera de la ciudad donde se cometieron. Dijo que estaba en Atlanta y que tenía recibos para probar aquello.

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Su defensa señaló que se cometieron errores, irregularidades e ilegalidades en el proceso y que fue secuestrado al ser sacado ilegalmente de Ecuador.

En 2009, el Gobierno de Ecuador exigió a Estados Unidos la inmediata devolución del ecuatoriano Nelson Serrano por presuntas irregularidades cometidas en su deportación.

Nelson Serrano tenía 22 años de prisión. Captura de video @ManoloAguilera_.

Franco Sánchez, viceministro de Gobierno de Ecuador en ese año, dijo en una conferencia de prensa en Miami que la Cancillería de su país entregó una nota de protesta por el caso a la Embajada de EE. UU. en Quito.

Denunció la “intromisión” a la soberanía de Ecuador a través de las “actuaciones ilegales cometidas” por dos funcionarios de Estados Unidos, Paul Wallace, fiscal del estado de Florida, y el detective Tommy Ray, en la captura de Serrano.

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Serrano intentó que su pena sea revisada. Apeló a la Corte Suprema de Florida su sentencia y las cuatro acusaciones de asesinato.

En 2021, la defensa de Nelson Serrano pidió al presidente Guillermo Lasso asistencia diplomática en Estados Unidos para “salvar” su vida, debido a su avanzada edad y el deterioro en su salud.

Los abogados señalaron en ese año que la asistencia diplomática ante la justicia estadounidense debía comprender seis acciones:

  • La emisión de un exhorto al Gobierno estadounidense para que la justicia del estado de Florida despache los recursos de resentencia que ha dilatado injustificadamente.
  • La solicitud al Gobierno de Estados Unidos para que conmine a las cortes de Florida a fijar una fecha definitiva para la audiencia de resentencia.
  • El requerimiento al Gobierno de Estados Unidos para que cumpla con las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CDIH), entre las que están su liberación.
  • La exigencia a la justicia estadounidense de garantizar los derechos a la dignidad humana de Serrano en seguridad y atención médica y oportuna en prisión.
  • La ratificación de la posición de Ecuador sobre el secuestro a Nelson Serrano, así como de las graves violaciones a sus derechos humanos cometidas.
  • La petición de que se señale, de manera expresa, que la soberanía del país fue violada y que se atentó contra los derechos humanos de Serrano, como son la libertad, la justicia y el debido proceso. Por eso, como medida de reparación, se debe pedir el regreso al Ecuador para seguir “legalmente un juicio”.

En los últimos años su salud se había deteriorado. Tenía graves problemas de audición, visión y movilidad.

En los últimos días, se encontraba en grave estado de salud debido a un tumor cerebral.

Óscar Vela, abogado de Serrano, confirmó el deceso de su cliente. Murió este miércoles, 7 de agosto, debido a un infarto en el hospital de Jacksonville.

“Finalmente es libre, ahora nos queda luchar por su inocencia”, añadió Vela. (I)