Un juez de Azuay sentenció a cuatro personas que trabajaban en un ‘centro espiritual’ por una presunta estafa a una pareja de esposos.

Además de recibir una pena de trece años de cárcel, el magistrado del caso ordenó la devolución de $ 58.300 como reparación integral para los afectados.

El monto económico a pagar consiste en la suma que solicitaron los propietarios del centro espiritual para consumar el delito, pues ellos habían ofrecido leer la mano de la pareja para conocer lo que le deparará el futuro.

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El caso tiene sus inicios por febrero del 2021. En aquellos días, las víctimas caminaban por el centro de Gualaceo en compañía de su hija. En uno de los tramos céntricos del sector, Yeison Andrés D. se acercó a las personas para entregar una hoja con información del centro espiritual.

El sujeto convenció a la pareja de asistir a las instalaciones del lugar.

Una vez en el sitio, Wilson Alfredo C. se presentó ante los esposos para ofrecerle la lectura de las manos, a lo que ellos accedieron, pero luego lamentaron ya que se enteraron de que su familia iba a pasar por enfermedades.

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Wilson Alfredo C. ‘adivinó' que dentro del patio de la casa de las víctimas había un árbol seco, que dentro de su interior contenía oro.

Para comprobar la teoría, el hombre que leyó la mano de la pareja solicitó una muestra de la tierra para examinarla. La pareja llevó la tierra y les confirmaron de la presencia del oro en el patio de su casa.

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Ya para el 8 de marzo del 2021, la presencia de los ahora sentenciados se dio en la vivienda, donde presuntamente se encontraba el oro. Allí realizaron varios rituales para después de entre la tierra sacar un pétalo, que según los sentenciados era de oro.

Además de entre la tierra apareció supuestamente un documento escrito en otro idioma, donde presuntamente se solicitaba la entrega de una suma de dinero, que tenía que ser colocado en un altar y ser velado para que la familia no muera de lepra.

Ante el temor de la familia por lo anunciado por Wilson Alfredo C., la pareja de esposos pagó, en tres entregas, un monto que llega a los $ 53.800 para que el dinero sea velado y así no padecer lepra.

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La insistencia de los sentenciados fue mayor, por lo que la familia accedió al pago y ellos les notificaron que la próxima cita entre todos se iba a dar el 4 de mayo del 2021. La fecha llegó, pero jamás aparecieron los sentenciados.

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Ante esto la pareja decidió acudir a la Fiscalía para poner la denuncia.

Ya en la sala de audiencia, el magistrado analizó los testimonios de las víctimas, el perito contable que determinó la suma en efectivo entregada, el informe policial, el reconocimiento del lugar de los hechos, una pericia de audio y video, el registro con los ingresos de los sentenciados y los oficios de las entidades bancarias a la que los afectados solicitaron los préstamos para cubrir el monto solicitado por los sentenciados.

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En las pruebas presentadas y sustentados en el artículo 186 incisos 1 y 3 del Código Orgánico Integral Penal, el juez ordenó la pena máxima (diez años), pero por la existencia de una circunstancia agravante la pena llegó a los trece años para Gina Patricia Z., Wilson Alfredo C., Yeison Andrés D. y María de los Ángeles C.

Gina Patricia Z. cuenta con tres sentencias condenatorias emitidas por la Fiscalía de Cañar y Azuay.

Por otro lado, Yeison Andrés D. cuenta con una sentencia por su participación en delitos de estafa bajo el mismo método de operar. (I)