Luego de tres días consecutivos de descanso por el feriado del 10 de agosto, la población retoma sus actividades regulares. Así, este martes 10 vuelven las jornadas de vacunación contra el COVID-19, el trabajo, las clases y otras jornadas regulares.

En Guayaquil, por ejemplo, hubo familias que aprovecharon el feriado para salir a pasear por diversos escenarios de la ciudad, para degustar de la gastronomía local y foránea y para hacer compras. Otros, en cambio, optaron por viajar a los balnearios cercanos, a zonas rurales o a destinos turísticos de Sierra y Costa. También muchos se desplazaron a sus tierras natales para visitar a sus parientes.

Quienes están inmersos en actividades turísticas calificaron este feriado como positivo, ya que incluso superó las expectativas que tenían algunas localidades. Para otros, en cambio, fue regular.

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En otras localidades también hubo movimiento y aquello generó optimismo.

Alegría en Baños porque el turismo rebasó pronósticos

Cristian Varela, director de Turismo del Municipio de Baños de Agua Santa, aseguró que el feriado superó las expectativas, ya que hubo una gran presencia de visitantes y que esto ayuda a la reactivación económica de los servidores turísticos.

El sábado 7, la ocupación llegó al 100 % en los sitios de hospedaje, mientras que el domingo estuvo entre el 80 y el 90 %. Como hay gran cantidad de atractivos turísticos, los visitantes pudieron escoger sin problemas a dónde ir. Así se evitaron las aglomeraciones, se dijo.

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En todos los establecimientos y sitios turísticos, personal del Municipio de Baños de Agua Santa y de la Policía hizo operativos para verificar la aplicación de los protocolos de bioseguridad.

Los turistas fueron a la Casa del Árbol, al Pailón del Diablo, a las cascadas, a los senderos, a los balnearios de aguas termales, entre otros. El municipio habilitó todos los balnearios para que se pueda atender a los visitantes con el respectivo distanciamiento. El aforo en estos lugares es del 50 %.

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En Cuenca hubo gran movimiento turístico y comercial

El feriado fue positivo para Cuenca desde la perspectiva turística y comercial. Las calles del centro histórico se llenaron de visitantes que dinamizaron la economía al utilizar los diferentes bienes y servicios que se ofrecieron.

Uno de los lugares más concurridos fue el parque Calderón. Ahí desde la noche del viernes se observó a gran cantidad de ciudadanos. Llenaron heladerías, iglesias, tiendas y otros espacios. Paseaban en familias o en grupos de amigos; y por su acento, diferente al de los cuencanos, se reconocía que eran turistas de otras localidades del país; adicionalmente, vestían gruesas ropas para soportar el frío de temporada.

CUENCA. Este fin de semana en el mirador de Turi se observó a gran cantidad de visitantes. Hubo también quienes no respetaron las medidas de bioseguridad, como el uso correcto de la mascarilla. Foto: Johnny Guambaña. Foto: El Universo

Cristian, un vendedor de artesanías o “parchero”, se ubicó en uno de los portales de la calle Benigno Malo para ofertar sus productos. Colocó una tela de gamuza en el suelo y desde su mochila empezó a sacar anillos, manillas, colgantes y otros adornos. Tenía una buena expectativa de venderlas, porque había “full gente”, dijo.

El mismo panorama se observó en el mirador de Turi, donde la presencia de turistas fue masiva. Ahí hubo también jóvenes que charlaban y bebían en este balcón natural, irrespetando incluso el distanciamiento o el uso de la mascarilla, que en el caso de Cuenca es obligatorio por una ordenanza municipal.

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El movimiento también se vio en la terminal terrestre de la ciudad, confirmaron transportistas consultados.

Mauricio Reiban, socio de Cooperativa Azuay, contó que en la ruta que ellos cubren (Cuenca-Machala-Huaquillas) hubo una importante alza de pasajeros a pesar de las complicaciones sanitarias por la presencia de la variante delta del COVID-19 y por el decreto de estado de excepción que rige en la capital bananera.

Aun así, para precautelar la integridad de cada usuario y trabajador, aplican diferentes medidas de bioseguridad, como desinfección de unidades cada 30 minutos, uso obligatorio de mascarilla, ofrecer alcohol a los ocupantes y solicitar el carné de vacunación como un documento indispensable para vender el boleto.

CUENCA. Hubo demanda de pasajes para ir a diferentes ciudades y provincias de Ecuador. Foto: Johnny Guambaña Foto: El Universo

Cristian Ortiz, trabajador de la empresa Flota Imbabura, mencionó que en este feriado “ha habido mucho movimiento”. Y por esto, para servir a los que vienen o van hacia las localidades de la Sierra y de la Costa, como a Manta, tuvieron que incrementar unidades. En días regulares utilizaban seis y ahora llegaron a emplear hasta diez unidades diarias con turnos extras.

En esta ocasión no exigieron a los viajeros el carné de vacunación, pero Ortiz estima que sí será obligatorio desde las próximas semanas. Ellos utilizan el 75 % del aforo en cada bus, y antes de subir les proporcionan alcohol y les miden la temperatura.

En la compañía Alianza, que cubre la frecuencia Cuenca-Guayaquil, se informó que el alza de pasajeros fue de alrededor de un 30 %. (I)