En total abandono aseguran estar los servidores penitenciarios luego del ataque armado ocurrido el lunes en los alrededores del Hospital Pablo Arturo Suárez, de Quito, en el que resultó herida una guardia y una persona privada de la libertad (PPL) se fugó.

Carlos Ordóñez, presidente de la Asociación de Servidores Penitenciarios, la cual agrupa a unos 2.800 trabajadores, mostró chalecos que aseguró que están caducados.

Se quejó, además, de que tienen los peores sueldos, no tienen rancho, esposas o candados de manos para trasladar a los presos ni otros beneficios, como jubilación anticipada o vivienda fiscal.

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Cuestionó a quienes dirigen el sistema penitenciario. Sostuvo que desconocen del tema, dado que no están al tanto de ese tipo de seguridad. Además de que el director del SNAI debe ser un civil. Actualmente lo dirige Luis Zaldumbide, militar en servicio pasivo.

Paúl Sánchez, quien es el abogado de este gremio, mencionó que hubo un fallo judicial, en enero, en el que se decidió que el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) debe mejorar las condiciones laborales y de seguridad en las cárceles, lo que no ha ocurrido.

Ordóñez señaló que los agentes penitenciarios cumplen órdenes cuando se les designa el traslado de los presos. Dijo que para que haya una autorización de salida de un privado de libertad se debe atravesar varios filtros y entidades.

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La guía penitenciaria que resultó herida está en situación crítica.

Los agentes penitenciarios tuvieron una audiencia de flagrancia por lo sucedido ayer luego del inicio de un proceso penal por haber sido, supuestamente, los responsables de la evasión de uno de los detenidos, pero no hubo prisión preventiva para ellos y recuperarán su libertad.

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Sánchez indicó que pondrá en conocimiento de la justicia el incumplimiento de la sentencia. (I)