Los comerciantes acudieron como cada mañana a sus lugares de trabajo, sin embargo, se encontraron con vallas metálicas bloqueando todos los accesos a la Plaza de la Independencia, en el centro histórico de Quito.

Eran las 06:00 y las intersecciones estaban rodeadas de policías, militares y equipos de seguridad privada. Las personas rodeaban el perímetro, buscando que en uno de los accesos les permitan el paso hasta sus locales.

No sirvió de mucho, pues al abrir las puertas no tenían clientes, el paso era extremadamente limitado. En la mañana, el presidente Daniel Noboa acudió a una misa en la Catedral Primada de Quito, por ello todo estaba vallado, bajo un amplio contingente de seguridad.

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Daniel Noboa participa de una misa en la Catedral de Quito antes de su posesión como presidente

José Escobar estaba sentado al otro lado de la plaza, sin saber cómo llevar el dinero a su casa. El ciudadano, que trabaja de lustrabotas, señaló que él vive del dinero que genera día a día, con eso lleva la comida a sus hijos.

“Para mí es una tremenda pérdida porque yo vivo del día a día (…) siempre ha habido el cambio de presidentes, pero nunca han cerrado todo. Y ahora hay que pagar deudas, tantas cosas que tenemos y no podemos hacer nada. Nadie nos da nada, me toca llegar con las manos vacías a la casa”, enfatizó.

A sus 62 años completó más de 55 años trabajando en el mismo lugar, por eso ha visto a varios gobiernos desfilar por la Plaza Grande.

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Presidente de la Asamblea, Henry Kronfle, al mandatario Daniel Noboa: Lidere usted al Ecuador hacia un futuro de paz, seguridad, progreso y libertad

Otros comerciantes de los restaurantes ubicados bajo la Catedral pidieron que no se incluyan sus nombres. Pero dijeron que todo se cambió en esta jornada.

A partir de las 11:00 recibieron clientes, pero el acceso a los lugares para preparar los alimentos no se les permitió, por ello se demoraron en terminar de cocinar y atender a los comensales.

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En el Palacio Municipal la atención fue normal. El problema es que solo podían acceder los funcionarios con credenciales, pero no los usuarios.

Cerca del mediodía se habilitaron todos los accesos a la Plaza Grande, aunque significó una fuerte pérdida económica para los comerciantes y la dinámica del centro de la capital. (I)