La lucha contra la desnutrición crónica infantil (DCI) es una de las tareas que mantendrá el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) en este 2023. La ampliación del número de beneficiarios del bono con el que se apunta a disminuir los índices de la problemática es una de las metas.

El titular de dicha cartera de Estado, Esteban Bernal, anunció que en este año se ampliará la cobertura del bono Infancia con Futuro, que beneficia a madres gestantes y que es parte de la campaña de combate a la desnutrición infantil.

Durante el 2022 se entregó la ayuda a casi 37.500 madres gestantes.

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Gobierno indica que prepara camino para que desnutrición crónica infantil no supere el 10 % en 8 años

El bono consiste en la entrega de $ 50 de manera recurrente y $ 10 acumulados en tres hitos: $ 90 cuando termina el proceso de gestación, $ 120 en el primer año de vida del niño y $ 120 en el segundo año.

Todo esto siempre y cuando la madre registre chequeos prenatales y pediátricos en centros de salud, así como vacunas.

En 2023, la meta es entregar 30.000 bonos adicionales, es decir, duplicar el número de beneficiarios a 67.500. Para ello, el presupuesto de cobertura es de $ 38′145.960.

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La proyección, indicó Bernal, es incorporar a 3.000 beneficiarios por mes.

La adición de este número de personas se deriva de una búsqueda activa realizada a través de equipos que brindan servicios en la comunidad.

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Por ejemplo, si una educadora detecta que una madre gestante está en condiciones de vulnerabilidad se notifica para que ingrese al programa.

Por ahora se ha enfocado la búsqueda de captación temprana, es decir, desde el inicio de la formación del niño. De esta manera, afirmó el titular del MIES, se logra que el infante nazca con un nivel de salud adecuado.

Al combate de la desnutrición infantil se suma un contingente de iniciativas privadas, especialmente en provincias con mayor problemática

La población objetivo del bono son las madres gestantes, las niñas y niños menores de 2 años y madres de niños de 0 a 45 días que están en las zonas con los mayores índices de pobreza del país.

Para 2024 la proyección es llegar a 85.000 beneficiarios que es la línea base mediante la cual se tendría la cobertura efectiva a las zonas más vulnerables y que forman parte de parroquias priorizadas.

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El MIES identificó 723 parroquias a escala nacional que están ubicadas en aquellos sectores en los que mayor prevalencia tiene la desnutrición como Santa Elena, Tungurahua, Cotopaxi, Chimborazo y Cañar.

El problema de la DCI tiene mayor prevalencia en el área rural y en las regiones de la Sierra y la Amazonía, indicó Bernal.

“Las más de 700 parroquias tendrán prioridad en el enfoque de la lucha contra la DCI, pero eso no significa que no se continúe trabajando en las demás parroquias del país”, puntualizó el titular del MIES.

En zonas de Monte Sinaí y comunidades quichuas se detectó que hay un 40 % de niños que tiene al menos una señal de desnutrición, según diagnóstico de investigadores

De hecho, formar el camino para que en el 2030 la desnutrición crónica infantil no supere el 10 % es uno de los objetivos de la actual administración. Se espera reducir un 6 % la desnutrición crónica en menores de 2 años hasta 2025, es decir, del 29 % al 23 %.

En las próximas semanas, adelantó Bernal, se tendrá la información actualizada de cómo están los índices de desnutrición infantil en el país para continuar con las acciones.

En 2022, la cartera de Estado cerró con $ 1.716 millones de inversión presupuestaria y dando una cobertura a 1,9 millones de núcleos familiares a escala nacional.

De este último monto, al menos 450.000 son beneficiarios de servicios sociales en programas para adultos mayores, para personas con discapacidad, para disminuir la violencia basada en género, entre otros.

El restante forma parte de las transferencias monetarias o bonos y pensiones que mantiene vigente el ministerio. (I)