El caso más reciente ocurrió a inicios de este año. Un ecuatoriano que vive y está jubilado en los Estados Unidos recibió una llamada inesperada. Es dueño de una lancha en Manta y le informan que su embarcación había sido retenida con droga y dos personas en la provincia de Santa Elena, en el este de Ecuador.

El hombre llamó a su abogado en Ecuador para poder indagar lo que estaba ocurriendo. Cuando comenzaron a averiguar lo sucedido, verificaron que la lancha estaba acoderada en Manta. Por ello pensaron inicialmente que quizás se trataba de un error.

Nuevo decomiso de droga en Manta: el alcaloide estaba en una lancha dentro de una vivienda

Sin embargo, la situación no fue tan fácil como creyeron. El decomiso de droga existió, los detenidos y la lancha también; incluso tenía los mismos nombres y datos de la nave acoderada en Manta. La conclusión, entonces, fue que clonaron los datos legales.

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La queja de este caso la recibió en Manta Alfonso Vélez, fiscal de delitos acuáticos. Cuenta que el abogado del ecuatoriano que vive en Estados Unidos tuvo que viajar a Quito, donde se manejaba el caso del decomiso de droga, para notificar y demostrar con documentos que la nave había sido clonada, es decir, habían usado los datos de manera ilegal de la lancha para ejecutar actividades ilícitas.

“Lo único que salva en estos casos es el troquelado del motor. Los que trafican con droga compran los motores fuera de borda en un almacén y le sacan la serie, pero el troquelado que pone la Armada Nacional queda. Entonces si está clonada, es la única forma de saberlo”, expresó el abogado.

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Lancha retenida frente a las costas de Manta llevaba una tonelada de droga

La clonación de lanchas es un problema que se está volviendo frecuente en las costas del país y afecta a dueños de embarcaciones.

Realizan este método para usar las naves en el transporte de drogas en altamar. Con documentos falsos y un tramitador sacan permisos de zarpe y salen supuestamente a pescar, pero en realidad llevan alcaloide ilegalmente por las rutas marítimas.

Vélez recuerda que en los últimos dos decomisos de droga en lanchas registrados en Manta, las naves estaban con datos clonados.

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Una de estas embarcaciones llevaba casi una tonelada de droga frente a las costas de San Mateo y la otra fue hallada en el patio de una vivienda en Santa Marianita.

“El problema aquí es que la clonación de lanchas no está tipificada como delito en el Código Orgánico Integral Penal (COIP). Pasa lo mismo que con un vehículo clonado, no existe ese delito. Lo que sí existe es el delito de robo o receptación de cosas robadas, pero en estos casos no te roban nada, porque tú tienes tu embarcación y todos los documentos, solo que otra persona te cogió los datos de esa lancha, ni siquiera tu nombre, porque al final cuando usan tu nombre hay suplantación de identidad, pero acá no”, explica.

En abril de este año, un grupo de docentes de la Facultad de Jurisprudencia, Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad Tecnológica Indoamérica publicó un artículo de investigación sobre este vacío legal. El documento se llama “La responsabilidad penal en la clonación vehicular según el Código Orgánico Integral Penal Ecuador (COIP)”.

Allí se indica que “Ecuador se ha convertido en un país altamente peligroso, donde la clonación vehicular se asocia al robo de vehículos. Este es un acto delictivo frecuente, que a pesar de ser un delito, las víctimas evitan presentar la denuncia debido a la impunidad, ocasionada por la inexistencia de delito en el COIP. Debiendo, en el mejor de los casos, aplicar la integración del derecho para plantear el caso, analogando los hechos hacia delitos como suplantación de identidad, robo o estafa”.

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El trabajo docente fue ejecutado por Jairo Martínez y Fernando Paredes.

Nunca encontraron la lancha clonada

David es un pescador al que en el 2023 le clonaron su embarcación. Él tiene una lancha que la usa para sus actividades pesqueras. Sin embargo, a mediados de ese año, cuando acudió a realizar un trámite en la Capitanía del Puerto, le dijeron que constaba en un registro que su nave estaba de pesca, es decir, había un permiso de zarpe.

David inmediatamente mostró sus documentos y se comprobó que la lancha, la verdadera y legalmente registrada ante las autoridades, estaba acoderada en las playas de San Mateo, en Manabí.

“Tengo entendido que la Armada llevó ese caso y se esperaba que llegara a tierra la lancha clonada para retenerla, pero nunca apareció”, cuenta David, quien prefiere no revelar sus nombres completos por cuestiones de seguridad.

No se supo si llegó a algún lado o si se hundió, pero jamás David conoció qué pasó con esa lancha, porque no hubo registro de entrada a ningún puerto de esa localidad.

Jimmy López, dirigente del sector pesquero, manifestó que este es un problema que han enfrentado durante años y que en más de una ocasión ha metido en problemas a los pescadores que tratan de realizar sus actividades dentro del marco de la ley, cumpliendo todos los requerimientos.

MANTA, Manabí. El decomiso de droga en dobles fondos de lanchas se ha vuelto frecuente en Manabí. Foto: Cortesía

López señala que en los procesos en los que delincuentes usan lanchas clonadas, el dueño de la embarcación también es investigado y muchas veces termina vinculado al caso, haciendo que gaste mucho dinero en trámites judiciales para demostrar su inocencia.

“Es decir, nos clonan las lanchas y después tenemos que gastar plata en defendernos”, expresó el dirigente.

De acuerdo con información del área de antinarcóticos de la Policía, los narcos reclutan a pescadores para llevar drogas a otros países.

Ellos se encargan de conseguir las lanchas y modificarlas para que puedan navegar más rápido. Estas modificaciones cuestan alrededor de $ 80.000. Los valores se dividen de la siguiente manera: cada motor está valorado en unos $ 15.000 y una lancha en $ 20.000.

Sin embargo, las ganancias por llevar drogas o combustibles para el “narco” bordean los $ 30.000 por cada viaje.

Estas lanchas abastecen, con combustible ilegal, a otros barcos que transportan droga, generalmente bajo la modalidad de arrastre, hasta el norte de las islas Galápagos, según un informe del Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado (OECO).

Actualmente Ecuador ya no es solo un punto de paso de la droga, sino que se ha descubierto cómo las bandas han hecho nexos más profundos para ampliar este negocio. (I)