Ubicado dentro de la base aérea Mariscal Sucre, en la avenida de La Prensa y Emperador Carlos Quinto, en el norte de Quito, el Museo Aeronáutico y del Espacio de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) ofrece una fascinante inmersión en la rica historia de la aviación nacional e internacional.
Situado en el extremo norte del parque Bicentenario, en lo que fue el antiguo aeropuerto de la capital, proporciona un escenario histórico adecuado para su contenido.
El museo está abierto al público de martes a domingo, de 09:00 a 17:00, y la entrada es gratuita. Para visitas grupales, es necesario enviar un oficio dirigido al comandante de la base para agendar la visita.
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El recorrido por el museo comienza en la sala 1, que alberga una exposición dedicada a los inicios de la aviación en Ecuador. Aquí, los visitantes pueden conocer cómo la aviación ha evolucionado desde sus primeros días en el país.
Entre los pioneros destacados se encuentra el teniente coronel Cosme Renella, un notable deportista del Club Guayas de Tiro y Aviación. Renella fue enviado a Italia para formarse como piloto y en 1913 regresó con un avión bautizado como Patria 1.
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Este avión fue utilizado para realizar vuelos de exhibición en Ecuador, y la destacada labor de Renella como piloto lo llevó a ser llamado a las filas italianas durante la Primera Guerra Mundial.
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Otro pionero de la aviación ecuatoriana es el mayor Pedro Traversari, quien introdujo el segundo avión al país, nombrado Guayaquil 1. Traversari también realizó vuelos de exhibición en Ecuador.
Además, Eliat Luit, un italiano que luchó en la Primera Guerra Mundial, contribuyó significativamente a los inicios de la aviación en Ecuador.
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Klever Gualsaquí, uno de los guías del museo, explicó que después de la guerra muchos pilotos europeos no podían ser mantenidos económicamente por sus países y se les permitió realizar vuelos de exhibición y enseñar a nuevos pilotos en Ecuador como una forma de sostenerse.
En 1920, mediante decreto presidencial de José Luis Tamayo, se creó la primera escuela de aviación en Ecuador, llamada El Cóndor, ubicada en Durán.
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En 1923, los lazos entre Ecuador e Italia se fortalecieron, lo que llevó a la creación de los primeros hangares en el país para el mantenimiento de aeronaves. Pilotos e instructores de mantenimiento italianos llegaron para formar a sus homólogos ecuatorianos.
Ese mismo año se creó el primer aeródromo del país, en lo que ahora es el parque La Carolina, en el norte de Quito.
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En 1943, mediante decreto presidencial de Carlos Alberto Arroyo del Río, se estableció oficialmente la FAE como la tercera rama de las Fuerzas Armadas de Ecuador. Aunque este decreto fue emitido el 31 de diciembre de 1943, la FAE celebra su aniversario el 27 de octubre en conmemoración a la creación de la primera escuela de aviación.
En la sala 2, el museo ofrece una exhibición sobre los inicios de la aviación a nivel internacional y su evolución. Los visitantes también pueden experimentar el simulador de vuelo, utilizado tanto por pilotos como por el público.
En los parques estáticos, el museo cuenta con un avión C130 adaptado para proyectar videos sobre las hazañas y la estructura de la FAE. En el camino encontrarán una exposición de los aviones utilizados a lo largo de los años en Ecuador, incluyendo los Kfir que participaron en el conflicto armado con Perú en 1995.
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El personal del museo, que incluye a Subs. Laica Manuel, Sgos. Nacimba Washington, Sgos. Tocagon Carlos, Cbop. Espinosa Miguel y Cbop. Gualsaquí Terán Klever Ricardo, se enorgullece de resaltar el patriotismo y los logros históricos de la FAE. Ellos forman una familia dedicada a preservar y compartir la rica historia de la aviación en Ecuador.
El Museo Aeronáutico y del Espacio de la FAE no solo ofrece una oportunidad única para aprender sobre la historia de la aviación, sino que también fomenta el sentido de orgullo y pertenencia a través de sus exhibiciones.
Varios grupos de niños y jóvenes han aprovechado la época vacacional que se mantiene en la capital. Sin embargo, las familias también han sido recibidas; la mayoría desconocía que el ingreso a este lugar era gratuito y que contaba con una rica colección de aviones. (I)
