En el cerro de Montecristi, a 630 metros de altura, hay un mundo diferente. Allí todo es distinto: el clima, los animales, las plantas. Allá arriba hay vida, dicen los habitantes del cantón.

Hay leyendas, historias, pero también desde hace más de dos años hay un radar y control militar que no les permite ver nada de lo que tiene el lugar. El cerro es por ahora una zona de seguridad nacional.

Y es justamente eso lo que las autoridades del cantón quieren cambiar. El pasado 25 de junio, el alcalde de Montecristi, Jonathan Toro, anunció que han presentado un informe a la Corte Constitucional sustentando que el decreto que declaró en el 2021 al cerro como zona de seguridad es inconstitucional. La montaña está ahora militarizada y nadie puede subir.

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El objetivo es recuperar el cerro y volver a hacerlo turístico, sostiene Toro. Pero ¿qué hay en el cerro de Montecristi, qué lo vuelve atractivo para el turismo y es reclamado por las comunidades del cantón?

Mildred Quijije, presidenta de la comuna de El Chorrillo, un pueblo ubicado en las faldas de la montaña, lo conoce muy bien.

Allá arriba, comenta, hay guacharacas, una especie de aves que habitan en las zonas altas. Hay, además, venados, árboles muy antiguos como guayacanes, palo santo, algarrobo y barbasco.

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A 200 metros de culminar la ruta de acceso a la cima del cerro de Montecristi

Ella recuerda que hasta hace unos 25 años, aproximadamente, los habitantes de El Chorrillo subían al cerro a sacar barbasco y con eso armaban sacos de cabuya.

“Aquí había fábricas que elaboraban sacos, ahora solo queda una. Además, hacían hornos para asar plátanos. Nosotros vendíamos el agua que bajaba del cerro. Venían en tanqueros a comprar, ahora ya no hacemos eso”, señala.

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Esa es la razón por la que quieren que vuelva a manos del Municipio. Los habitantes de la comuna quieren vivir del turismo. Llevar a los visitantes por los senderos para que conozcan el lugar.

Quijije dice que en el cerro hay tigrillos, guantas, guatusos, ardillas, venados, armadillos, tarántulas, serpientes, guacharacas y ardillas.

Es que, según indica una reseña que realizó Ciudad Alfaro, el museo que se encuentra en Montecristi, en el cerro hay dos senderos para explorarlo: uno botánico cultural y el otro de turismo de aventura. Además, posee una cascada que sale en la época de invierno.

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El primer sendero, llamado La Centinela, es de turismo y de aventura extrema. Se encuentra en la entrada principal y conduce todo el recorrido hasta la antena, que es el lugar de llegada y de retorno.

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El otro sendero es ecológico y se llama Ébano y Sebastián. Posee 23 especies de plantas arbóreas y animales autóctonos, que fueron parte del estudio e investigación que realizaron los estudiantes de la Universidad Nacional Estatal del Sur de Manabí (Unesum).

Está, también, la cascada Papayita, que se levanta a 10 metros de altura. Es un atractivo natural propio del cantón.

En el cerro hay dos senderos para poder subirlo. Actualmente eso está prohibido. Cortesía Fundación Nueva Vida.

Todas estas bondades son las que el Municipio de Montecristi desea explotar. Incluso tienen elaborado un nuevo sendero que llevará a los turistas desde la comunidad Toalla Grande hasta El Chorrillo.

A esto se suma el proyecto para construir un teleférico turístico que permita observar toda la belleza del lugar desde lo alto, se informó desde el área de comunicación del cabildo.

Karina Faula, miembro de la Comisión Pro Defensa del Cerro de Montecristi, indica que el cerro es una fuente hídrica que ha permitido a las comunidades ubicadas en sus faldas beneficiarse de agua. Los habitantes han colocado tuberías que vienen desde la cima hasta la parte baja, y se almacena en aljibes. De allí se sirven las comunidades de Toalla Grande y Toalla Chica.

Estas, a su vez, comercializan el agua a otras comunidades como Bajo de Afuera, Bajo del Pechiche, Bajo de la Palma, Cárcel y El Chorrillo.

En el lugar se han encontrado 14 especies de orquídeas y 23 especies de árboles.

Faula comenta también que apoyan la recuperación del cerro, más ahora que han conocido las pretensiones de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) de seguir interviniendo el lugar.

Refiere que saben que se ha pedido una certificación al Municipio, ya que está en camino un proyecto llamado Sistema de Redes Aéreas y Subterráneas.

Montecristi quiere de vuelta su cerro: Municipio pide que se declare inconstitucional el decreto que lo declaró zona de seguridad

Sostiene que ya han tenido acercamientos con el presidente Daniel Noboa para que derogue el decreto 157 que militariza el cerro y están complacidos de que el Municipio se haya adherido al proceso judicial que busca recuperar el lugar. (I)