Las 40 estaciones del Corredor Central Norte que mantienen el servicio de transporte público, desde la Ofelia hasta el Playón de la Marín, han sufrido constantes robos los últimos ocho meses.

Jorge Espín, presidente de la entidad, manifestó en una entrevista con Ecuavisa que tres o cuatro paradas consecutivas son blancos de robo a cualquier hora del día. Contó que los antisociales llegan en vehículos privados y atracan las casetas de cobro para sustraer todo el dinero recaudado.

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Además, indicó que uno de sus empleados vivió una mala experiencia ligada a seis sujetos que se bajaron de un carro a las 04:40 del 22 de agosto.

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Dos sujetos se quedaron en la puerta principal, dos al frente y uno afuera para distraer a las personas que caminaban por la zona.

Forzaron la puerta y la abrieron para amedrentar al ciudadano, quien alzó las manos y permitió que tomaran todo lo que había dentro. Salieron sin ningún problema y huyeron ante la mirada impávida de la gente.

El principal del servicio de transporte público que aborda la ruta por la av. de la Prensa hacia el centro y sur de Quito aseguró que existen guardias de seguridad que han sido apuñalados en las paradas por evitar estos actos delictivos, pero al no contar con cámaras de vigilancia en el interior de las estaciones es difícil identificar a los delincuentes.

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De igual forma, pidió que la Policía Nacional y los agentes metropolitanos de control realicen más operativos en las paradas, ya que existen denuncias de personas que sufren robos, al estilo de bolsiqueo, en las unidades de bus.

Finalmente, aseguró que el plan para restituir las cámaras de videovigilancia está en proceso. (I)

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