Un sismo de gran magnitud en Chile, ¿qué repercusiones puede tener en Ecuador?

Un enjambre sísmico que se ha registrado en Chile ha desatado la inquietud no solo en ese país, sino en otros de la zona. Y esto porque expertos chilenos han esgrimido criterios de que se podría configurar un megaterremoto.

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Desde el 30 de junio, según Infobae Perú, una serie de temblores de baja intensidad se registraron en la zona norte de Chile, fenómeno que los expertos han denominado como un “enjambre sísmico”.

El Centro Sismológico Nacional (CSN) de Chile informó que los sismos, con magnitudes que oscilan entre 2,7 y 3,8 en la escala de Richter, se han registrado en la región de Tarapacá, específicamente en la zona de la mina Collahuasi.

Estos eventos también se han sentido en la ciudad de Antofagasta y en localidades como Socaire, Sierra Gorda, Pica y Ollagüe.

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Para el geógrafo de la Universidad Católica de Chile Pablo Salucci, citado por Infobae, “se proyecta un evento de gran magnitud, que podría superar una magnitud de 8,8″.

Adujo que la región no ha tenido una ruptura significativa en más de un siglo, lo que incrementa la probabilidad de un gran terremoto de tipo interplaca que podría además provocar un tsunami.

¿Qué repercusiones podría tener un eventual sismo de importancia en Chile?

Mario Ruiz, director del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), explicó que para la comunidad de sismólogos a nivel mundial, incluidos Japón y Estados Unidos, no se ha planteado como objetivo llegar a predecir los sismos.

Lo que sabe, agregó, es que hay zonas donde han ocurrido sismos grandes y que seguramente en algún momento van a repetirse. Así se sabe que en el centro y sur de Chile se pueden producir sismos de magnitudes mayores a 8.

Además, se puede conocer el nivel de acoplamiento que tienen las fuentes sísmicas analizando los datos de estaciones geodésicas de alta precisión y de los sismos ocurridos, añadió.

“Por esto, los sismólogos chilenos han advertido que es importante seguir trabajando en la preparación de la comunidad en general a fin de que cuando ocurran los sismos grandes los efectos no sean grandes.”, dijo.

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En el caso del Ecuador, el especialista indicó que hay una situación más compleja que en Chile, porque a más de los sismos grandes que ocurren frente a nuestras costas (1906, magnitud 8,6; 1942, magnitud 7,9; 1958, magnitud 7,8; 1979, magnitud 8,1 y 2016, magnitud 7,8), se tienen también zonas con alto acoplamiento sísmico, que han sido identificadas y publicadas en artículos científicos, la más importante frente a las costas del norte del país.

Aparte de estas fuentes sísmicas, hay fallas tectónicas dentro del continente que son capaces de generar sismos de magnitud moderada que por estar cerca a zonas urbanas han causado daños muy grandes a las poblaciones, agregó.

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Alexandra Alvarado, exdirectora del Geofísico, expresó que la alarma se inicia por la presencia de un enjambre sísmico en el norte de Chile.

Un enjambre, mencionó, se define por la sucesión de sismos con magnitudes más o menos del mismo orden.

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Este tipo de comportamiento sísmico es relativamente frecuente en las zonas de subducción, lo que implica una liberación de energía continua, sostuvo.

No hay ninguna forma de predecir terremotos, es decir, de indicar el lugar, la magnitud y el tiempo en que ocurrirá un próximo sismo, señaló Ruiz.

“Sin embargo, hasta el momento no se ha podido asociar la presencia de estos enjambres como premonitores a la ocurrencia de un sismo de mayor magnitud”, opinó Alvarado.

De presentarse un megaterremoto, según Ruiz, seguramente se produciría un tsunami que afecte en cierta forma a algunos sitios de Galápagos y en menor escala a varias playas del país, mientras que para Alvarado, talvez se lo sienta, pero de forma leve. (I)