Lo llaman el “enemigo silencioso”, porque detrás de un adulto mayor que ha entrado a una unidad de cuidados intensivos (UCI) casi siempre ha estado un niño de por medio que los contagió de COVID-19; y en la mayoría de los casos los adultos no se dieron cuenta de la enfermedad en el menor, porque este no presentó síntomas, sostienen médicos y pediatras consultados por este Diario, quienes agregan que la estadística en estos casos es contundente.