El número de casos de suicidio ha sido variable en la provincia de Tungurahua durante los últimos siete años. Según las estadísticas, en el 2016 hubo 60 suicidios; en 2017, 60; el periodo 2018 tuvo 73; el 2019, 68; el 2020, 71; 2021, 72 y en el 2022 se reportaron 71.

En lo que va de este año hay 20 suicidios. Uno de los que causó conmoción fue el del miércoles 3 de mayo, cuando se supo que una chica de 17 años que en la madrugada de ese día habría sido violada por tres sujetos luego de la atención en el hospital General Docente Ambato (HGDA) se había quitado la vida en su casa, en Huachi El Belén.

Para Javier López, presidente del Colegio de Psicólogos Clínicos de Tungurahua, la salud mental es lo más importante y primordial del ser humano, pero al ser intangible la importancia que se le da es inadecuada.

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Añadió que si una persona no tiene salud mental adecuada o bienestar psicológico no podrá ejercer una actividad en toda su potencialidad, porque la ansiedad, la depresión, la baja autoestima, la frustración harán que no rinda al 100 %.

Dijo que una persona con salud mental afectada es presa de un tipo de pensamiento distorsionado que se llama visión catastrófica, la autoestima va a ser baja y ante cualquier problema, incluso por una pérdida de año, no ve una solución aparente, menos si no cuenta con el apoyo de la familia, del Estado o económico.

“Hay que entender que el intento de suicidio y el suicidio provienen de una inestabilidad emocional que lamentablemente es producto que los gobiernos nacionales anteriores y el presente, más las autoridades de Tungurahua, están precarizando la salud mental”, añadió.

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López sostuvo que entiende que la sala de primera acogida (que funciona en el HGDA) tiene como función realizar la recepción de una persona afectada para hacer una intervención en crisis para una evaluación, un diagnóstico y un tratamiento o la derivación a un profesional cercano para que sea atendida y tratada.

Pero el problema es que al precarizar la salud mental y al no verla como lo que es, una emergencia nacional o en el caso de Tungurahua una emergencia local, no existen los profesionales adecuados en número para tratar a la población que requiere de ayuda, y los profesionales contratados quedan cortos ante la demanda de la población en el servicio psicológico.

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Déficit de profesionales

Javier López estima que en Ambato hay un déficit de por lo menos 800 psicólogos. Cree que no existe intención de visibilizar a la salud mental y a los suicidios como una emergencia.

Manifestó que otra parte negativa es que las citas son de 30 minutos para la evaluación, diagnóstico y tratamiento, cuando la recomendación mundial es de 45 a 60 minutos.

“Esta es la primera negligencia de parte de las instituciones públicas porque aparte de 30 minutos, la próxima cita es a los quince días o al mes. Hay mucha negligencia en el manejo de la salud mental y del bienestar psicológico, sin que haya la intención de crear partidas presupuestarias a pesar de que Tungurahua es la tercera provincia con el mayor índice de suicidios en el país”, aseguró.

Para un trabajo adecuado la atención psicológica debe ser una vez por semana en casos regulares, pero de acuerdo con la evaluación, cuando alguien intenta quitarse la vida, necesita dos veces por semana en la primera fase.

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Verónica Aldaz, coordinadora de la Red de Mujeres Etnias Ecuador en Tungurahua, refirió que el Estado, la sociedad y en ocasiones el entorno de las familias les debe mucho a víctimas como la chica de 17 años que se suicidó en Huachi El Belén, porque el derecho a la salud no es efectivo. Falta más compromiso y acompañamiento a los sectores vulnerables que requieren de apoyo emocional o psicológico, mencionó ella.

El agendamiento de las citas depende de los casos. Hay los que requieren de un seguimiento más permanente debido a la complejidad de los síntomas. Foto: Wilson Pinto

Añadió que no sabe si son los protocolos o los funcionarios los que fallan cuando hay incidencias que requieren de apoyo psicológico, que hay casos que deberían estar bajo una supervisión permanente, pero no es así.

Argumentó que han evidenciado la falta de profesionales en salud mental porque como organización en ocasiones buscaron citas con los psicólogos del Ministerio de Salud Pública (MSP) para la atención de niños y mujeres vulnerables, pero que lamentablemente no se puede conseguir.

Estima que no conseguir las citas hace que las víctimas que tienen prioridad de atención pierdan oportunidad, porque los turnos para el análisis psicológico los entregan para luego de uno o dos meses.

Cuando es muy relevante el caso, por ejemplo, un tema violación, se dice que los tienen que vincular directamente desde la institución que detecta el problema, pero desafortunadamente no es así, opinó Aldaz.

La atención

David Garcés, responsable de Salud Mental del distrito Ambato, manifestó que no es cierto que solo la gente enferma deba acudir a los servicios de salud mental. Refirió que en la consulta se atienden requerimientos que son multicausal, personas que llegan para recibir una guía u orientación para potenciar habilidades y con cuadros depresivos, ansiosos, consumo de sustancias, ruptura de parejas, estrés, duelos no resueltos.

Aseguró que los casos más recurrentes que atienden son los que se derivan de los DECE (Departamento de Consejería Estudiantil) por temas conductuales, mal comportamiento de los estudiantes, bajo rendimiento.

El agendamiento de las citas depende de los casos. Hay los que requieren de un seguimiento más permanente debido a la complejidad de los síntomas, pero hay cuadros que se los hace de manera mensual o cada dos meses por no presentar un riesgo elevado en cuanto a la salud.

Garcés informó que en el distrito Ambato hay 30 profesionales de salud mental divididos en primero y segundo nivel, es decir, en los centros de salud son 18 y en el HGDA el resto.

“Es una realidad que no podemos tapar el sol con un dedo, que siempre vamos a requerir más profesionales para poder abarcar más patologías, pero con los que tenemos, ya que se incorporó un nuevo compañero, se fortalece en gran medida el sistema de salud mental y actualmente se atienden entre once a doce pacientes al día, es una gran demanda que tenemos, aún así la demanda es grande que hace que se sature el servicio”, contó.

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El responsable de Salud Mental comentó que tratan de dar prioridad a los casos que son de atención inmediata y que por el nivel de complejidad se les agenda de manera manual un turno extra para que no espere uno o dos meses, cada uno agenda tres o cuatro extras.

Cuando alguien tiene patología severa, por la complejidad de los síntomas, se valora que es un cuadro de alto riesgo, se hace la derivación a servicio ambulatorio intensivo para dar seguimiento más especializado, no debe sacar turno por call center sino tiene atención prioritaria y más seguida, indicó.

Con relación a la atención por paciente aseguró que cada turno es de 45 minutos, pero se extienden dependiendo de la gravedad de los síntomas. Recordó que el sistema de salud mental trabaja las 24 horas de los 7 días mediante el contacto 171 opción 6 para asistencia psicológica y en el HGDA con turnos rotativos de atención de emergencias. (I)