La inundación ocurrida este martes 18 en el sector de El Descanso, en el oriente de Azuay, no fue un hecho casual y tiene relación con el desastre de La Josefina ocurrido en 1993 en ese mismo sector. Decisiones técnicas tomadas en años anteriores y un mal uso del suelo por parte de los ciudadanos fueron los detonantes, según varios técnicos.

Este martes 18, la escena era increíble. Un bus de transporte intercantonal, de más de tres metros de altura, estaba cubierto totalmente por el agua. Los 20 ocupantes fueron rescatados en botes por los bomberos hasta llevarlos a un lugar seguro. Otros sectores de Cuenca, como Tarqui (sur) o Capulispamba (norte), también seguían anegados por el fuerte temporal.

Para Felipe Cisneros, director del Programa para el Manejo del Agua y del Suelo (Promas) de la Universidad de Cuenca, la idea de que “la naturaleza se ensañó con la provincia” es un concepto incompleto.

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Por su experiencia técnica está convencido de que lo ocurrido ayer en El Descanso es una consecuencia de lo que quedó en La Josefina, hace 28 años, cuando un deslizamiento de tierra y material pétreo de gran magnitud creó un dique que taponó varios ríos.

Cisneros explicó que en esa época, luego de procesos naturales y técnicos, se dejó un dique de 35 metros de altura conformado con residuos de material entre esa zona y el cantón Paute. La recomendación técnica era que se deje trabajar al río Cuenca de forma natural para que el material erosione, pero los funcionarios del entonces Consejo de Programación de Obras de Emergencia de la Cuenca del Río Paute y sus Afluentes (Copoe) resolvieron proteger el dique con unos umbrales, lo que causó que la creciente del río subiera.

Y ahora, cuando se produce un gran caudal sin capacidad de desfogue, se generó un incremento en el caudal del embalse.

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“Nosotros habíamos predicho antes que si dejábamos el dique vamos a tener problemas de que los sedimentos van a subir, acumulándose aguas arriba, y va a haber problemas a futuro; y la solución era que la erosión sea natural. Entonces, estas inundaciones son efecto de la presencia de ese dique”, afirmó.

Pero ese es solo un elemento, pues también a lo largo de los años se han dado construcciones en zonas inundables como las orillas de los ríos. Cisneros indicó que la real tragedia fue edificar inmuebles en un área vulnerable.

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Habitantes de la zona recibieron ayuda de autoridades. Foto: API.

Cerca del mediodía de este martes, los Bomberos de Cuenca terminaron las labores de rescate en El Descanso, tareas que se iniciaron a las 06:00. Patricio Lucero, primer jefe, confirmó que se rescató a más de 20 personas que quedaron atrapadas en el bus y autos pequeños. Destacó que el trabajo se realizó en conjunto con sus colegas de Paute y Gualaceo. Señaló que no hubo fallecidos por este hecho.

Alfredo Medina, director del ECU-911 Austro, acotó que por las aguas caídas se generaron diez inundaciones entre las provincias de Azuay y Cañar. Añadió que en Cuenca se mantiene el estado de alerta en tres de los cuatro ríos que la atraviesan. Lamentablemente, una menor de edad cayó a uno de ellos y su cuerpo es buscado por los organismos de socorro.

En medio de esta situación, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal se mantiene en sesión permanente, y un grupo de concejales de Cuenca presiona al alcalde Pedro Palacios para que se declare el estado de emergencia grave y se permita así liberar recursos económicos para atender las necesidades humanas y técnicas de los damnificados y sitios afectados.

Según los últimos datos oficiales, se registran más de 460 casas anegadas, 22 damnificados y cerca de 6.000 pastizales inundados.

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La reflexión final de Felipe Cisneros, director del Promas, es que las inundaciones también se dan por la irresponsabilidad ciudadana, que sin medir consecuencias cambia el uso del suelo para otras actividades. Particularmente en zonas cercanas a los ríos Tarqui y Yanuncay, la gente cambió de páramo al pasto, lo que degrada la capacidad de retención del agua.

“Toda la vida le echamos la culpa a la naturaleza, y eso es un error: eso no cambia de la noche a la mañana, lo que sí cambia en corto tiempo es que hoy tengo un páramo y mañana un potrero”, sostuvo el técnico. (I)