“¡Vivas las queremos!”, el grito de la familia de Natalia Ojeda y la pequeña Sabina, desaparecidas desde la primera semana de enero

Patate, TUNGURAHUA

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Con vestimenta blanca, portando pancartas y globos, decenas de personas recorrieron este domingo el centro de Patate para pedir justicia por la desaparición de Natalia Ojeda (31) y de su pequeña hija Sabina (de año y medio).

“¡Vivas las queremos!”, “¡Queremos justicia!”, “¡Las queremos con nosotros!”, “¡Ni una menos!”, fueron algunas de las frases escritas en carteles.

Natalia y Sabina fueron reportadas como desaparecidas desde la primera semana de enero. La Policía compartió fotografías de ambas para reportar la desaparición.

En la marcha también se mostraban gigantografías con las fotografías de madre e hija desaparecidas. Ellas vivían en la capital, pero Natalia es oriunda de Patate.

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Juanita Villafuerte, una de las participantes en la marcha, dijo que se solidarizan con la familia Ojeda Rosales, porque entienden que es una situación muy difícil y dolorosa.

Ella se unió al pedido para que las autoridades se involucren más para poder dar con el paradero de la madre y su hija.

El padre de Natalia y abuelo de Sabina, Félix Ojeda, quien participó en la marcha, por momentos no podía contener el llanto al no saber nada del paradero de quien es la última de sus tres hijos.

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Él junto a su segunda hija, Etna, se encomendaron a la fe del patrono de Patate, el Señor del Terremoto.

Dijo que tiene mucha fe y guarda la esperanza de que Natalia va a regresar con vida para reunirse con la familia y terminar la carrera de derecho.

Señaló que su hija es la que se encarga de las reuniones, de la que se pone al frente de la casa cuando hay alguna fiesta. Se encarga de los arreglos florales y siempre está pendiente de detalles en la vivienda para que todo salga bien.

Etna Ojeda, hermana de Natalia, indicó que ella trabajaba en el Complejo Judicial Norte (de Quito) como ayudante judicial.

Definió a su hermana como una persona humilde, responsable y sobre todo una mujer íntegra.

La familia dijo que ella ya no vivía con el padre de la hija, pero que sí lo frecuentaba para que pase con la niña.

Manolo A., la expareja de Natalia, no aparece.

“Como familia pedimos es que si en caso que este señor (Manolo A.) está escuchándonos que por favor las dejen en libertad, que las queremos en casa y bien junto a nosotros. Igual queremos que las autoridades presionen para que haya mucha celeridad en el proceso para que ellas aparezcan”, aseveró.

El último contacto que tuvo fue el 3 de enero, pero que desde el 4 no se sabe nada del paradero de ellas.

Hasta el momento, la Policía realizó varios allanamientos en la casa de la expareja de Natalia y la vivienda del padre de su exconviviente. Allí se levantaron indicios, como documentos, y se aplicó prueba de luminol con resultado negativo. (I)