Fundamedios y Fundación Mil Hojas emitieron un comunicado la mañana de este jueves, 1 de agosto, en el que alertan que Worldcoin estaría violando los derechos de privacidad y de información personal. Esta empresa lleva más de un mes escaneando los iris de cientos de ciudadanos a cambio de criptomonedas que tienen valor en dólares, tanto en Guayaquil como en Quito.

Ambas organizaciones hicieron un llamado a las autoridades ecuatorianas para que investiguen y, de ser necesario, tomen las medidas pertinentes para proteger a los ciudadanos. Subrayaron que “es responsabilidad de las autoridades verificar el verdadero compromiso de Worldcoin con la privacidad y seguridad de los datos de los ciudadanos”.

Fundamedios y Mil Hojas mostraron su preocupación principalmente por tres razones:

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  1. Sostienen que Worldcoin vincula un sistema de verificación de identidad a una red financiera, lo cual pondría en riesgo la privacidad de los usuarios.
  2. Agregan que Worldcoin sí estaría almacenando información sensible de los usuarios, aunque los directivos del proyecto lo nieguen, lo cual vulneraría la privacidad y el anonimato de los usuarios.
  3. Apuntan que Worldcoin opera como una franquicia y no se conoce la seguridad que ofrecen los operadores locales en Ecuador.

El proyecto Worldcoin pertenece a dos organizaciones internacionales. La fundación Worldcoin Foundation, domiciliada en islas Caimán, y la empresa Tools For Humanity Corporation (TFH), domiciliada en Delaware (Estados Unidos).

El gerente regional de TFH para América Latina, Martín Mazza, afirmó en una entrevista a EL UNIVERSO que no cuentan con una licencia de las autoridades de Ecuador para operar en el país, pues considera que esto no es aplicable.

El superintedente de Protección de Datos, Fabrizio Peralta, aseguró a este Diario que Worldcoin no le notificó formalmente sobre el inicio de sus operaciones en Ecuador. Añadió que no cuenta con personal ni recursos para supervisar a esa empresa.

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El escaneo del iris y el acceso a las criptomonedas worldcoin

Mazza explicó que Worldcoin brinda dos servicios. Por un lado, ofrece una credencial digital llamada World ID, la cual utiliza la imagen del iris de los ciudadanos para verificar que son seres humanos y no bots. Por otro lado, custodia el protocolo de la criptomoneda wordlcoin (WLD) y otorga acceso a esa criptomoneda a quienes se hayan verificado a través de su sistema de escaneo de iris.

Martín Mazza, gerente regional para América Latina de Tools for Humanity (TFH) Foto: World ID

Según Mazza, el proyecto pretende crear una red de seres humanos verificados y, a la vez, entregarles la propiedad de esa red a quienes la conforman. “Es una forma de que los usuarios perciban parte del valor que puede generar esta red en un futuro sin necesidad de hacer ningún tipo de inversión monetaria, pero sí de usar el World ID para reclamar su parte del proyecto”, añadió.

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Esto preocupa a Fundamedios y a Mil Hojas. Para estas organizaciones, “la vinculación de un sistema de identidad con una red financiera plantea riesgos significativos a nivel de privacidad y tratamiento de datos sensibles, así como posibles implicaciones éticas relacionadas con la soberanía digital de los usuarios y la manipulación de información”.

Subrayaron que las autoridades de otros países han impuesto medidas cautelares para limitar las actividades de Worldcoin y que, en Argentina, incluso hubo sanciones.

Mazza afirmó que Hong Kong es la única jurisdicción donde las operaciones de Worldcoin están prohibidas, mientras que en España, Portugal y Kenia tuvieron que suspender temporalmente sus actividades hasta aclarar los cuestionamientos las autoridades.

La privacidad y el anonimato

Las personas que acceden al escaneo del iris acuden a los locales de Worldcoin. Hay cuatro en Guayaquil y cuatro en Quito. Ahí se encuentran instaladas unas esferas plateadas, llamadas orbs, con las que se realizan el escaneo.

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Decenas de personas se congregaron en los exteriores del local de Worldcoin, ubicado en la calle Panamá entre Tomás Martínez e Ibarra. Foto: El UNIVERSO

Mazza afirmó que Worldcoin no guarda la imagen del iris de los ciudadanos. Según él, con esa imagen se genera un “código de iris” y, de inmediato, los orbs borran la imagen. Agregó que la información es enviada al dispositivo del usuario, otorgándole total control sobre la misma.

Sin embargo, en el sitio web de Worldcoin se encuentra accesible un formulario de consentimiento de información biométrica, actualizado al 12 de junio pasado, donde se describen los tres niveles de participación que un usuario podría tener. En uno de estos niveles, señala el documento, Worldcoin sí almacena la información del iris con el fin de mejorar el sistema.

Mazza señaló que esa funcionalidad ya no está activa y que ahora se borra la imagen.

De todas formas, Fundamedios y Mil Hojas ponen en duda que la eliminación de la imagen resguarde la información privada de los usuarios. En el comunicado, las organizaciones citan a un experto en seguridad digital que sostiene que, aunque Worldcoin borre la imagen, sí queda registrado el hash, que es una lectura simplificada del iris, y que con este se pueden identificar a las personas fácilmente sin la necesidad de la foto exacta de los iris.

Los operadores en Ecuador

Mazza aseguró que Worldcoin no opera los orbs directamente para escanear los iris de los ciudadanos, sino que se lo hace a través de emprendedores y empresas locales. De hecho, en el sitio web de Worldcoin existe un enlace para que los interesados presenten una solicitud para convertirse en operados de los orbs.

Worldcoin hace una aclaración con respecto a estos operadores locales en el aviso de privacidad que consta en su sitio web. “Si los subcontratistas trataran ilícitamente sus datos sin autorización, podría ser difícil hacer valer sus derechos de privacidad contra ese subcontratista”, indica el documento.

Consultado sobre quiénes son los operadores en Ecuador, Mazza contestó que Worldcoin no da esa información.

Fundamedios y Mil Hojas tienen preocupación sobre esta estructura tipo franquicia y la responsabilidad de esos operadores. “Si les roban la cuenta a uno de esos operadores, los datos sensibles de las personas estarían en manos peligrosas”, advierten las organizaciones. (I)