Las industrias levantadas alrededor del cuidado y nutrición de nuestras mascotas tienen un efecto en el medioambiente. Los alimentos comerciales secos, por ejemplo, contienen proteína animal de res, pescado, pollo, entre otras, que requieren de cadenas de transporte y empaque que liberan gases de efecto invernadero (GEI), como dióxido de carbono, óxido nitroso y metano.