El ciclo de vida de un río se ve influenciado por una infinidad de factores ambientales y sociales, pasando por su flora y fauna hasta los desechos de las ciudades y las malas prácticas agrícolas que contaminan sus aguas. Esto busca reflejar el documental La vida de un río, dirigido por Jorge Juan Anhalzer y Naia Andrade y presentado por la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

En su desarrollo, el documental seguirá las aguas de un río ecuatoriano conforme va cambiando de nombre en su viaje de la Sierra a la Costa, reflejando las diferencias culturales de las personas que se nutren de él: pasa de denominarse Gualpaloma a Pita y San Pedro, para convertirse en Guayllabamba y por último Esmeraldas.

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“Uno de los objetivos de la presentación del corto es orientar a la reflexión y mover a la denuncia sobre lo que ocurre con las aguas de los ríos en el Ecuador”, dice un comunicado de la USFQ sobre el documental y añade que, según investigaciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos, más del 20 % de las aguas aptas para consumo humano en Ecuador están contaminadas.

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La vida de un río será presentado el jueves 25 de abril en el Teatro Shakespeare de la USFQ, en el Paseo San Francisco, Cumbayá, a partir de las 17:00. El evento es gratuito y es posible registrarse en este enlace.

El evento también contará con un panel de expertos, dirigido por Andrea Encalada, vicerrectora de la USFQ, bióloga y experta en ríos; además de otros especialistas en salud pública, derecho ambiental y gestión pública, con el objetivo de discutir soluciones para problemas ambientales y la importancia y recuperación del río.

También habrá dos exposiciones: una compuesta por las muestras “La cabina de la curiosidad”, de Marie Combette y Daniel Moreno Flores, y “Samayuio, espíritu del río de Quito”, de Mónica Aguilar y Saokma; la segunda será científica y estará a cargo de la maestría de Ecología Tropical y Conservación de la USFQ.

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“El río transcurre escondido en quebradas, no está presente en la vida cotidiana del ciudadano, pero le ocurren muchas cosas negativas. Es una invitación a reflexionar acerca de lo que le estamos haciendo al río y sobre lo que nos causará a nosotros, los seres humanos”, indicó Anhalzer. (I)