A Eduardo (nombre protegido), de 25 años de edad, le colocaron escopolamina el sábado 29 de abril pasado, tras subirse a un taxi alrededor de las diez y media de la mañana en pleno centro de Guayaquil (Nueve de Octubre y Malecón).
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El estigma por los tatuajes crece con la aparición de bandas que generan violencia. En algunos casos son símbolos que evocan animales deducidos de sus nombres.
A Eduardo (nombre protegido), de 25 años de edad, le colocaron escopolamina el sábado 29 de abril pasado, tras subirse a un taxi alrededor de las diez y media de la mañana en pleno centro de Guayaquil (Nueve de Octubre y Malecón).
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Políticos, futbolistas y ciudadanía común han llegado hasta los puestos de los mercados por una limpieza ancestral denominada 'La cura del espanto'
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Una cosa es ver los toros, otra es estar frente al toro y torear. Hacer no es lo mismo que discursear.