La dirigencia del ‘Pueblo Montubio’ no participó en las jornadas de paralización del 26 y 27 de octubre pasados impulsadas por el movimiento indígena, tras llegar a consensos previos con el régimen de Guillermo Lasso.

Manuel Gonzaga, presidente del ‘Pueblo Montubio del Ecuador’, recuerda que si participaron en las de octubre del 2019, pero al final no hubo un rostro representativo de la ruralidad costeña en la reunión del 13 de octubre de ese año cuando el entonces presidente de la República, Lenín Moreno, acordó con los dirigentes indígenas y se derogó el decreto 883 que ponía fin al subsidio de los combustibles.

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“Quienes fueron a la reunión fue el movimiento indígena porque nadie vio un montuvio allí y no quiere decir que somos enemigos, somos hermanos de los pueblos y nacionalidades indígenas, pero si no se hablan las cosas desde el inicio pues ahora no vamos apoyar una agenda que no tenga el contenido claro de nuestra justa reivindicación”, enfatiza Gonzaga, quien termina su actual periodo el sábado 13 de noviembre.

El dirigente de 35 años afirma que salen a las carreteras a reclamar, pero no a pedir la salida del presidente (de la República). “Al ser democráticos, siempre vamos a respetar la institucionalidad del Estado. Si la mayoría lo eligió tenemos que seguir con ese cáncer por 4 años”, recalca.

Gonzaga, quien proviene de una familia dedicada a la agricultura y ganadería en El Oro, buscará la reelección en la reunión de este sábado 13 que se hará en Milagro (Guayas). Su contrincante es el portovejense Simón Vélez, de 69 años, en una jornada en la que se tiene previsto decidir también si se declara como persona no grata al actual ministro de Agricultura, Pedro Álava, o al menos, dice, si le hace un llamado de atención.

¿Cómo evalúa las políticas públicas aplicadas en el campo de los últimos regímenes?

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En el gobierno de Rafael Correa evidentemente una política absurda de dádivas y limosnas, en la que la población se acostumbró a eso. Fueron años de estabilidad económica, pero sabíamos que en el futuro traería consecuencias. Esas dádivas lo único que provocaron fue la oxidación de suelos por la cantidad de químicos que se usaron para convencer a la población de que todo estaba bien. Esa no era la solución a los problemas. Incluso la entrega de los kits con úrea subsidiada dejó de ser en su momento una limosna y se convirtió en un negocio de las mafias dirigenciales que vendían a los precios que a ellos les convenía a los pequeños agricultores. Luego vino el gobierno de Moreno, en el que ningún ministro le sirvió. Tampoco se vieron mejoras para el agro, se atropelló al pequeño agricultor quitándole tierras con los altos costos de los intereses y la persecución de BanEcuador para embargar, es una terapia intensiva que se mantiene.

¿A qué se debe que haya una reducción de la superficie cultivada con sembríos transitorios de ciclo corto entre el 2002 y 2020, pese a que son claves para la alimentación local?

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Por lo menos, 50 % de los productores dejaron de sembrar arroz de verano para sembrar maíz y soya, ya que todavía tienen la producción de la primera y segunda cosecha en las piladoras. Esto trae consecuencias. La banca no da crédito oportuno, por eso la mayoría de los pequeños productores no tienen la posibilidad de terminar su ciclo por la falta de insumos agropecuarios y reciben el dinero cuando han perdido de fertilizar, de urear, y eso conlleva no tener una gran capacidad de producción. A eso sumemos el irrespeto a los precios mínimos de sustentación, los intermediarios les compran al precio que les da la gana. Allí es donde se genera la crisis actual, mucho más evidente que la anterior. No tenemos a los ciclocorteros al 100 %. No hay recursos, no hay crédito, no hay asistencia técnica, no hay apertura del ministro de Agricultura (Álava) para buscar mejoras al sector agropecuario, allí es donde entra en depresión la pequeña economía de los agricultores. En medio de esto, la Subsecretario de Comercialización firma la importación de 120.000 toneladas métricas de maíz y los que sembraron ese grano ahora se quieren ahorcar. Tenemos sobreproducción de arroz, de maíz, porque debemos seguir poniendo en terapia intensiva la economía débil de los agricultores.

¿Qué acuerdos con el actual régimen faltan por concretar?

Dejamos al ‘Pueblo Montubio del Ecuador’ con la promesa del presidente Lasso, que se comprometió el 8 de octubre pasado en devolver la institución pública de los montuvios con autonomía financiera y administrativa, lo que va a garantizar que se traiga inversión extranjera para hacer el modelo de desarrollo económico endógeno que permitirá hacer agroindustria comunitaria. El correísmo nos arrebató esa institución, el presidente Lasso se comprometió en devolverla en este mes, esto debe cumplirse a las nuevas autoridades (en caso de que Gonzaga no sea reelecto) porque es un solo pueblo montuvio.

Esto significa la asignación de recursos estatales para una nueva institución en medio del déficit fiscal.

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El presupuesto general del Estado todavía tiene el rubro de más de un millón de dólares corrientes al año para el ‘Pueblo Montubio’, es decir, solo bajo decreto se tiene que canalizar este rubro para pagos de los empleados, de la logística de nuestra institución pública y el ministro a cargo de aquella tiene que ser de las bases montuvias. Esa persona tiene que buscar recursos internacionales para invertir en las comunidades montuvias de la Costa y de la parte subtropical, para crear agroindustrias comunitarias que nos permitan paliar la pobreza rural.

Pero desde una organización no gubernamental también se pueden conseguir fondos y ejecutar proyectos. ¿Cuál sería la diferencia?

La diferencia es que es una cartera de Estado con una persona junto al presidente o cualquiera, el de turno, que va a explicar cuál es la metodología y el conocimiento sobre nuestros pueblos para paliar la pobreza rural. Los ministros de Agricultura no entienden y no conocen la realidad social, por eso duran tres, cinco, seis meses. Es posible que el sábado 13 de noviembre, que es el Congreso nacional, en el que estarán más de tres mil organizaciones legalmente constituidas que son parte del ‘Pueblo Montubio’, es posible que lo declaren como persona no grata del sector agropecuario de la Costa al ministro de Agricultura (Pedro Álava).

¿Por que lo declararían como persona no grata?

No ha hecho nada, tiene subsecretarios prepotentes que golpean la mesa. Él mismo es prepotente. Solo la ministra de Gobierno (Alexandra Vela) y el presidente de la República dan soluciones, los otros simplemente no conocen, no entienden, no les interesa conocer.

¿Pero qué no se ha logrado concretar con el Ministerio de Agricultura?

Pedimos una solución clara, les dijimos que lo prioritario en este momento es el arrocero. Para paliar el Ministerio de Agricultura tiene que comprar el excedente de arroz y reactivar la Unidad Nacional de Almacenamiento, para que acoja ese excedente de producción. Luego que se hagan convenios interinstitucionales para que las cárceles compren el arroz a las asociaciones de pequeños agricultores. Que el Ministerio de Inclusión Económica y Social entregue un saco de arroz a cada persona que recibe el bono, el restante en efectivo. Allí hay dos alternativas. La única persona que ha dado resultado en los diálogos es la ministra de Gobierno (Alexandra Vela).

¿Por qué decidieron no participar en las protestas contra el régimen del 26 y 27 de octubre pasados?

Son cuatro meses y medio del actual gobierno. No estamos pidiendo la salida del gobierno, vamos a respetar la democracia. Vamos a respaldar la institucionalidad, pero hay que decirle al presidente (Guillermo Lasso) que está eligiendo malos ministros de agricultura, que no conocen la realidad social... Nunca nos vamos a sumar a una agenda para desestabilizar o pedir la salida de un presidente elegido democráticamente, pero si vamos a salir a las carreteras para pronunciar lo mal que hacen en diferentes carteras de estado. Aspiramos que el presidente Lasso cumpla con sus promesas de campaña, con los acuerdos firmados con nosotros, pero aunque no los cumpla, no vamos a pedir la salida de nadie porque somos democráticos y respetamos la institucionalidad del Estado. No nos sumamos a una agenda del movimiento indígena porque simplemente nuestra agenda propia no está incluida allí. Tenemos la fortaleza suficiente solos para hacer nuestras luchas individuales. Cuando otros sectores nos inviten como el transporte, el movimiento indígena u otro tipo de trabajadores agrícolas, nos inviten a ser una sola agenda donde la nuestra esté incluida en una global pues nos sentaríamos a conversar y puede ser que lleguemos a un entendimiento, pero mientras tengan una agenda distinta y no se respete la democracia pues nosotros no podemos incluirnos.

La política de precios de sustentación casi nunca se respeta. ¿Ya se requieren cambios o cuál sería la forma más adecuada de mejorar la cadena de comercialización a favor de los pequeños agricultores?

Involucrar a la gran industria, a los pequeños piladores, a los pequeños y medianos agricultores, unirlos, sacar consensos juntos. Con el banano se reunieron con los industriales. Pusieron firmas de los pequeños productores, pero no los incluyeron en la mesa, esa es una denuncia que presentó la Federación Nacional de Bananeros, de no respetar ni la firma de asistencia y colocaron el precio de sustentación que les dio la gana sin consultar. Lo mismo pasó con el arroz, lo mismo pasa con el maíz.

¿Quién estuvo detrás de la medida de autorizar la importación de maíz?

Los grandes balanceadores que quieren bajar los costos de producción. Ellos en lugar de utilizar el maíz ecuatoriano, utilizan materia prima extranjera que tiene menos valor, hacen su balanceado, lo siguen vendiendo caro a este balanceado animal que es para cerdos, camarones para las avícolas. Ellos piden la importación para bajar sus costos de producción, pero dejan en la indefensión a los pequeños productores de maíz y es allí donde no se puede seguir compitiendo y no podemos seguirle haciendo el juego a los monopolios... No les interesa nada más que el beneficio propio y no el beneficio colectivo. Estamos esperando que el Gobierno Nacional revierta esta medida de importación. (I)