Los juegos y ejercicios mentales deben ser un hábito en todas las personas, no están limitados a niños y jóvenes, al contrario, a medida que se avanza en edad sus beneficios son más evidentes y para los adultos mayores hacerlos parte de la rutina es primordial. Según los expertos, estas técnicas disminuyen el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y demencia senil.

“Cuando somos niños, adolescentes y luego adultos, el entorno nos asegura una estimulación cognitiva de todo lo nuevo que estamos aprendiendo”, dice Camila Valdivieso Grimmer, máster en Gerontología.

Juegos mentales, el arte singular de hacer inteligencia

Grimmer señala que, en los adultos mayores, hay que tomar una atención especial porque puede que exista un déficit cognitivo debido al envejecimiento natural y con esto se da el deterioro de las funciones paulatinas. Este déficit cognitivo también es interrumpido por patologías, sean cardiovasculares, endocrinológicas u otras, explica Grimmer.

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“Estas patologías aunque no estén afectando directamente al cerebro van a tener consecuencias en las funciones cognitivas del cerebro”, dice Grimmer.

La experta en psiquiatría y salud mental Julieta Sagnay concuerda con Grimmer. “En los adultos mayores se puede observar cierta rehabilitación cognitiva con los juegos mentales”, apunta y agrega que es vital que se mantengan estimulados con actividades sociales para que la pérdida de memoria de ellos no sea brusca y progresiva.

Tanto Grimmer como Sagnay indican que el aporte de los juegos mentales en la salud es significativo. Aseguran que estos ayudan a mantener la mente activa y que se pueda disminuir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y demencia senil.

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Personas de la tercera edad haciendo crucigramas. Foto: Shutterstock

“Siempre se puede mantener estimulado el cerebro para que los efectos de la enfermedad sean menos invasivos, sí se pueden contrarrestar los síntomas, pero la enfermedad no se la puede combatir al 100 % con ejercicios mentales, (en todo caso) esto ralentiza el desarrollo”, afirma Grimmer. Y Sagnay añade que el estilo de vida saludable y hacer ejercicios también influyen en la prevención de las enfermedades de la edad dorada.

Adultos mayores: ¿qué deben hacer en el día a día?

  • Realizar una lista de lo que vaya a comprar en el supermercado y tratar de memorizarla.
  • Practicar suma, resta, multiplicación y división sin usar calculadora.
  • Redactar textos cortos.
  • Transcribir letras de canciones (de las que se acuerde).
  • Incluir en sus hábitos juegos de mesa o juegos mentales como sopas de letras, crucigramas, sudokus u otros

En la rutina formal

  • Imprimir ejercicios cognitivos en internet enfocados en concentración, orientación y atención.

Otro planteamiento que sugiere Grimmer es leer, escribir, aprender algo nuevo, relacionarse con otras personas en un ambiente sociable. Indica que son actividades que requieren el uso de funciones cognitivas: “Y no esperar tener 65 o 80 años para tener un estilo de vida que prevenga el deterioro cognitivo”.

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El alzhéimer afecta a las personas de manera diferente, y no hay edad, de acuerdo con las especialistas. Existe el alzhéimer temprano, regular o tardío y suele darse en personas menores de 65 años.

La demencia senil, que también se puede prevenir o retrasar con los juegos mentales, se trata de una enfermedad que afecta a la memoria, pensamiento y a la capacidad de realizar actividades cotidianas. (I)




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