El submarino Titan, creado por la compañía Oceangate Expeditions y usado por ella en sus ofertas de expediciones a los restos del Titanic, sufrió una “implosión catastrófica” a casi 4.000 metros de profundidad bajo las aguas del océano Atlántico. Dentro del submarino se encontraban cinco tripulantes, declarados muertos por la Guardia Costera estadounidense el pasado 22 de junio.