Argentina ratificó este martes su decisión de retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y reafirmó sus coincidencias en materias sanitarias con Estados Unidos, en el marco de una visita a Buenos Aires del secretario de Salud estadounidense, Robert F. Kennedy.
El gobierno de Javier Milei justificó su retirada del organismo multilateral al sostener en un comunicado que “las recetas de la OMS no funcionan, porque no están basadas en ciencia sino en intereses políticos y estructuras burocráticas que se resisten a revisar sus propios errores”.
La decisión fue inicialmente anunciada en febrero por el presidente ultraliberal siguiendo los pasos de su homólogo Donald Trump, quien había anunciado el retiro de Estados Unidos en enero.
Publicidad
Milei acusó entonces de “nefasta” la gestión de la OMS durante la pandemia de covid-19 y criticó su “cuarentena cavernícola”.
El encuentro entre Kennedy y el ministro de Salud argentino, Mario Lugones, tuvo como objetivo definir “una agenda de trabajo conjunto que permita afianzar la transparencia y confianza en el sistema de salud desde un enfoque de prevención, seguridad alimentaria y eficiencia del gasto”, informó el gobierno del país sudamericano.
“Junto a Robert Kennedy creemos en el futuro de la colaboración en salud global. Tenemos visiones similares sobre el rumbo a seguir”, expresó Lugones.
Publicidad
Kennedy, quien tiene previsto reunirse el miércoles con el presidente Milei, instó la semana pasada a otros países a retirarse de la OMS y crear instituciones alternativas y afirmó que esta agencia de la ONU está moribunda, en un video transmitido en la asamblea anual de la ONU.
En su discurso Kennedy afirmó que la OMS está bajo una influencia indebida de China, de la ideología de género y la industria farmacéutica.
Publicidad
El gobierno argentino también anunció una “revisión estructural” de los organismos nacionales de salud para “ordenar, actualizar y transparentar estructuras y procesos” del sistema sanitario “que durante años funcionaron con superposiciones, normas obsoletas y escasa supervisión”. (I)