¿Cómo se pueden reutilizar los gases de efecto invernadero para que no se acumulen en la atmósfera? Circe, una empresa estadounidense, cree que la mejor opción es convertirlos en grasas, aceites y combustibles con la ayuda de microbios.
Se trata de una iniciativa del Wyss Institute, de la Universidad de Harvard, para descarbonizar la industria. De acuerdo con las investigaciones, gran parte del carbono que se produce en la vida diaria termina en la atmósfera en forma de gases de efecto invernadero y provoca el cambio climático.
Lo que propone Circe es usar tecnología de fermentación de gases para fabricar productos molecularmente idénticos a los que ya se encuentran en la naturaleza. Esto se haría con microbios diseñados para consumir gases de efecto invernadero.
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“Imaginamos una economía verdaderamente circular en la que los microbios convierten los gases en productos básicos (desde plásticos hasta alimentos, ropa, etc.) y luego los descomponen nuevamente en gases simples para reiniciar el ciclo”, señaló un comunicado de la compañía.
What if we could manufacture all the materials we need for modern life using microbes? Wyss startup Circe is doing just that, starting with cocoa butter that's identical to the real thing (and it tastes good, too).https://t.co/8fWJO4QkDh
— Wyss Institute (@wyssinstitute) June 7, 2024
Cómo funciona esta tecnología
Shannon Nangle y Marika Ziesack, dos científicas de Harvard, partieron de la fermentación de gases y modificaron el proceso.
Ellas diseñaron el metabolismo de sus microbios para que convirtieran los gases de efecto invernadero en triglicéridos —o moléculas precursoras de grasas y aceites— que puedan usarse como base para una variedad de productos.
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Los microbios metabólicamente modificados de Circe absorben los gases de efecto invernadero y producen productos valiosos que pueden cosecharse fácilmente y son menos vulnerables a los problemas de la cadena de suministro.
Chocolate, uno de los productos creados con gases de efecto invernadero
La manteca de cacao es un producto que ha podido ser imitado con la tecnología de Circe.
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Con un presupuesto de ocho millones de dólares, la empresa ha podido desarrollar el primer chocolate del mundo hecho con manteca de cacao derivada de la fermentación. Aunque aún no está a la venta, se trata de un avance en la tecnología de fermentación para crear productos.
Pero eso no es todo lo que se puede crear con este método.
Textiles, plásticos de un solo uso, productos de cuidado personal, combustible y productos comestibles son algunos de los elementos que ya se están desarrollando a partir de gases de efecto invernadero. (I)
