Verdaderos tesoros. Así pueden catalogarse unas estatuas descubiertas por profesionales de la arqueología en Extremadura, España, y que tendrían más de 2 mil 500 años de antigüedad.

Los elementos hallados sorprenden al mundo científico, en primera instancia, por cuanto constituyen, dicen, las primeras representaciones humanas de Tarteso (Tartessos), “una civilización perdida”.

El pasado 18 de abril, se dio a conocer que los trabajos realizados en España, “en el marco de la V campaña de excavaciones en el yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo (Guareña, Badajoz) sacan a la luz los restos de cinco relieves figurados del siglo V a.C., los primeros pertenecientes a la cultura tartésica (siglos VIII-IV a.C.)”, explica el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de ese país.

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Qué son las reliquias encontradas

Al área donde se produjo el notable descubrimiento “se accede al patio del edificio donde se documentó un masivo sacrificio de animales, principalmente caballos”.

Lo insólito del nuevo hallazgo, destacan, “es que las representaciones corresponden a rostros humanos”.

El citado Consejo dice que “dos de los relieves figurados se encuentran casi completos y corresponden a sendas figuras femeninas adornadas con destacados pendientes o arracadas que representan piezas típicas de la orfebrería tartésica”.

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Además de esas dos reliquias, informan, se han recuperado otros fragmentos de relieves y pertenecen, al menos, a otros tres individuos, uno de ellos identificado como un guerrero al conservarse parte del casco.

Qué es Tartessos

Tartessos, o Tarteso, indica El Confidencial, es una antigua civilización, la primera occidental que habría florecido en el sur de la Península Ibérica en el siglo XII a. C.

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“Prácticamente la imaginó el arqueólogo e historiador alemán Adolf Schulten durante sus excavaciones en España en los años 20 amparado por una serie de textos clásicos, muy vagos, de los que solo ese extracto del historiador griego Herodoto, y otro referente al comercio de los griegos con un rey llamado Argantonio, daban alguna pista sobre Tartessos.

En cualquier caso no se correspondería ni de lejos, ni por fecha ni por ubicación, con las supuestas esculturas tartésicas halladas en el yacimiento de El Turuñuelo en Badajoz”, ahonda el medio español.

La cultura tartésica fue una civilización asentada en el Mediterráneo occidental

Telediarios de TVE

La agencia EFE al anunciar la noticia de lo descubierto sobre la cultura tartésica, dice que esta es la mítica civilización prerromana que ocupó el suroeste de la Península Ibérica entre los siglos VIII y IV a.C.

La sola mención de Tarteso divide opiniones. Una de ella, la cita El Confidencial en la voz de Diego Ruiz: “Tartessos como tal no es nada más, ni nada menos, que el resultado de una contaminación de la colonización fenicia en el siglo X a. C de la Península, que se mezcla con las poblaciones indígenas de la región oriental de Andalucía”.

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Cambio de paradigma

Sin embargo, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas expuso: “Este extraordinario hallazgo supone un profundo cambio de paradigma en la interpretación de Tarteso, considerado tradicionalmente como una cultura anicónica (expresión artística que huye intencionadamente de cualquier alusión antropomorfa o zoomorfa) por representar la divinidad a través de motivos animales o vegetales, o a través de betilos (piedras sagradas)”.

Por último, “el hallazgo no hace sino incidir aún más tanto en la importancia del yacimiento como en la transcendencia de la cultura tartésica en el valle del Guadiana durante sus últimos momentos”.

Se cree que los dos bustos representados personifican a mujeres que eran diosas, mientras que un tercer busto representaba a una guerrera. Los otros dos no están tan bien conservados pero también podrían ser algún tipo de deidades. Sin embargo, también podrían representar a algunas de las personas de Tartessos, publica El Heraldo, de México.

Relación con la Atlántida

Recuerda el medio azteca que “a veces se cita a Tartessos como la fuente de la leyenda de la Atlántida, la ciudad mítica”.

En general, narra, se cree que la historia sobre el mundo de la Atlántida fue contada por primera vez hace 2 mil 300 años por el filósofo griego Platón, quien “la inventó”.

Señala que fanáticos de la historia persisten con la idea de que realmente existió.

Una teoría sobre dónde desapareció la civilización perdida es que fue tragada por el Triángulo de las Bermudas. De hecho, la mancha del océano Atlántico —también conocida como el Triángulo del Diablo—, se convirtió en una leyenda urbana luego de que más de 50 barcos y 20 aviones desaparecieran en la zona.

El arqueólogo David Anderson, citado en National Geographic, zanja el tema con esta respuesta sobre la Atlántida (o Atlantis): nunca encontraremos la Atlántida porque es totalmente ficticia. (I)

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