Cada vez que hay elecciones en Perú las autoridades reportan atentados y la que se vive actualmente no ha sido la excepción. Lo que hace pensar qué tan presente siguen los grupos terroristas en este país, incluyendo el que fue más brutal: Sendero Luminoso.

Esta semana se reportó que 16 personas fueron masacradas y algunas incineradas, incluyendo menores de edad, en el aislado y conflictivo Valle de los Ríos Apurimac, Eme y Mantaro (VRAEM). Los militares dijeron que los autores eran remanentes del grupo terrorista comunista maoísta Sendero Luminoso.

Medios peruanos como El Comercio y La República han hecho varias publicaciones de que este despiadado atentado fue cometido apenas 15 días antes de las elecciones presidenciales más controvertidas y polarizadas de la reciente historia democrática del país, que serán el 6 de junio y enfrentarán a Pedro Castillo (izquierda-extrema izquierda) y a Keiko Fujimori (derecha populista), quien es hija de Alberto Fujimori, el expresidente -ahora apresado- al que gran parte de la población le asigna el haber vencido a Sendero, mientras otros lo culpan de graves violaciones a los derechos humanos.

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Días después de lo ocurrido, autoridades, políticos, analistas y ciudadanos discrepan, sin embargo, sobre si realmente Sendero, de pavoroso recuerdo por sus asesinatos y atentados en los 80, está detrás de este atentado cuya oportunidad, objetivos, implicaciones y relato mismo son cuestionados y se añaden a la ya tensa situación política.

La candidatura de Castillo ha sido señalada en los meses pasados por tener cercanía con el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), que medios peruanos califican como el brazo político de Sendero. Pero él y su partido, Perú Libre, lo niegan y han dicho que incluso el Gobierno actual los puede mandar a investigar si quiere.

José Luis Gil, exmiembro del Grupo Especial de Inteligencia del Perú, dijo al medio Perú21 que la intención del ataque es “interferir en las elecciones nacionales, amenazando a los ciudadanos para que voten nulo o blanco o que no voten por Keiko Fujimori, con lo cual están induciendo a que voten por Castillo”.

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Pero añadió que “esto realmente daña a ambos candidatos porque levanta más sospechas por los dos lados. Sendero vive del caos y este caos les conviene”.

Sin embargo, desde el lugar de los hechos, una aldea donde el narcotráfico es la principal actividad económica, la población no se atreve a aventurar quién está detrás de la matanza.

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Incluso expertos mencionan que es incorrecto decir que Sendero aún existe.

“Son hechos basados en la evidencia: Sendero Luminoso, como estructura ideológica, política y militar, se acaba con la caída del “camarada Artemio”. ¿Y qué queda ahora en el VRAEM? Una organización que bajo la estructura paramilitar de los subversivos se ha convertido en un grupo de mercenarios al servicio del narcotráfico”, dijo a Efe Alberto Otálora, exministro de Defensa.

“Lo que hay son veteranos de la subversión armada que ahora se denominan el Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP) y que trabajan a favor de las rutas del narcotráfico”, insistió Otárola.

Sin ambición política para asumir el control del Estado, solo queda un grupo que sigue a Víctor Quispe Palomino (’camarada José'), el último superviviente de los tres hermanos que han liderado esta banda criminal.

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¿Qué es el MPCP?

Sendero Luminoso provocó una guerra interna en Perú entre 1980 y 1992 y que, según algunos cálculos, dejó alrededor de 69.000 muertos y desaparecidos.

Su fundador y líder fue Abimael Guzmán -quien cumple una cadena perpetua- y tras su captura en 1992, se dio por terminado los ataques armados de la organización con un acuerdo de paz con el gobierno de Alberto Fujimori. Sin embargo, no todos en el grupo estaban de acuerdo.

Una de las facciones que se rebeló era el comité de Ayacucho. Una parte de este territorio ahora conforma el VRAEM.

Gustavo Gorriti, autor del libro Sendero, dijo a BBC Mundo que esa facción quedó a cargo de Óscar Ramírez Durand (’camarada Feliciano’), pero este también fue capturado en 1999, con lo que pasó a ser dirigida por los hermanos Quispe Palomino: Víctor (’camarada José'), Jorge Quispe Palomino (’camarada Raúl’) y ‘Gabriel’. Quienes fueron parte de la dirigencia del grupo y ahora llaman a su banda el MPCP para distraer a la gente de que su ‘lucha’ lleva décadas.

Su padre también había sido parte de Sendero y fue asesinado por autodefensas campesinas en la década de 1980.

Durante la presidencia de Ollanta Humala murió ‘Gabriel’ y en enero pasado ‘Raúl’. Pero ‘José' sigue vivo y en paradero desconocido, siendo uno de los más buscados en el país.

“Son los últimos que están en acción y posiblemente, descontando a las FARC, sean el grupo alzado en armas de forma continua más antiguo del mundo, no creo que haya otro”, agregó Gorriti.

Además el MPCP, según medios peruanos, domina bien la zona en que opera, en gran medida gracias a la geografía y la selva.

Son entre 250 y 1.200 y aunque no son narcotraficantes sí negocian con ellos e incluso les dan protección para conseguir dinero.

Su objetivo sigue siendo tomar el poder a través de las armas, pero varios analistas creen que están muy lejos y con pocas opciones para lograrlo. (I)