El poderoso huracán Ian, que se formó en el Atlántico a finales de septiembre pasado, dejó al menos 100 víctimas mortales en el estado de Florida (EE. UU.). Además, devastó varias zonas y las pérdidas económicas se contabilizan en varios millones de dólares, pero este tipo de tormentas podrían ser más comunes en el futuro, debido al cambio climático.