El gobierno británico comenzó a enfrentarse a las repercusiones de la para algunos holgada victoria que obtuvieron los nacionalistas en las elecciones en Escocia, con una estrategia que evita el enfrentamiento abierto y subraya la prioridad de reconstruir tras la pandemia. Sin embargo, también están quienes dicen que la victoria fue ajustada porque no obtuvieron mayoría total y solo aumentaron un escaño.