Los exóticos animales que dejó de herencia Pablo Escobar al parque principal de Doradal, el corregimiento más próspero del municipio antioqueño de Puerto Triunfo, tienen años esperando a saber qué les depara el futuro.

El excéntrico narcotraficante más conocido de América Latina trajo ilegalmente desde África cuatro ejemplares de hipopótamos en la década de los 80, tres hembras y un macho, cuando creó un zoológico en su propiedad, la Hacienda Nápoles.

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La historia del pueblo que convive con los hipopótamos de Pablo Escobar

El municipio colombiano ha tenido que aprender a convivir con estos mamíferos, que desde que llegaron, se han reproducido y actualmente existen entre 70 y 100 hipopótamos habitando sin control en la cuenca del río Magdalena, generando a su paso graves afectaciones en los ecosistemas y representando un peligro latente para los habitantes de la zona, reseñó El Tiempo.

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Para prevenir los riesgos de la sobrepoblación de esta especie, un abogado abanderado de los derechos animales llevó ante la justicia una demanda de acción popular que pretende controlar el problema sin sacrificar a los hipopótamos, una salida planteada por distintas entidades y personas.

“Desde hace mucho tiempo está el debate sobre el futuro de estos animales, pero se enfría y se calienta según la coyuntura y aún no hay una solución real de las autoridades para este tema”, dice Luis Domingo Gómez Maldonado.

Sacrificarlos es necesario según los científicos

Sin medidas para contrarrestar la reproducción de estos mamíferos, en 2034 la población será de al menos 1.500 ejemplares, según cálculos de un estudio científico publicado en El Servier, por lo que los autores de la investigación, sacrificarlos es necesario para prevenir esa situación.

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Sin embargo, para el abogado Gómez, esto no es una opción. El letrado asegura que debe hallarse una solución integral, cuidando los intereses de las especies nativas, para él se pueden retirar a los hipopótamos y evitar que se reproduzcan sin control, pero “con base en estándares éticos aceptables a la luz de la ciencia”.

Por otra parte, el abogado propone como estrategia involucrar “el confinamiento, esterilización, donación y como último, la eutanasia, a través de técnicas que no impliquen sufrimientos innecesarios”.

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Controlar a los hipopótamos es todo un reto

Además de África, en Colombia es en el único país donde estos animales están libres por el territorio. Cada ejemplar puede medir hasta más de tres metros y pesan entre 1,5 y 4 toneladas, por lo que controlarlos es todo un reto.

De los 70 animales, 60 están entre las cuencas de los ríos Negro y Nare. David Echeverri, biólogo de la entidad, cuenta que, hasta el momento, reubicaron cuatro en zoológicos nacionales y otros 10 fueron esterilizados, un proceso que resulta una hazaña en esta especie por sus dimensiones.

“Los hipopótamos están en el agua todo el día, y solo salen a alimentarse en las noches. Son animales muy agresivos, que casi siempre están en grupo y a campo abierto, por lo que capturarlos, además de ser un proceso muy peligroso, requiere de mucha gente y tiene un precio que puede llegar a los 23 millones de pesos (60 mil dólares) por cada uno”, cuenta.

Por otro lado, la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare) y el Ministerio de Ambiente, están gestionando la importación de un medicamento estadounidense que permitiría la inmunocastración de los hipopótamos.

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Castrarlos resulta una hazaña en esta especie por sus dimensiones. Foto: EFE/ Felipe Reyes Instituto Humboldt

Riesgos que representan los hipopótamos en Doradal

Las corporaciones trabajan en la sensibilización de las comunidades que tienen contacto con los animales. “Hay gente que los ve como una especie carismática, con aspecto bonachón, pero estos animales representan un grave peligro”, cuenta el biólogo de Cornare.

A los peligros para las personas se suma el desplazamiento de especies nativas, la alteración físico-química de los cuerpos de agua, la apertura de canales que crean al transitar, por su peso, entre otros que urgen una solución. (I)

La gente podría desconocer el peligro que representan a la población.

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