El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, anunció su decisión de separar a 40 militares que resguardaban la residencia presidencial el 8 de enero, el día de los ataques de seguidores bolsonaristas.

Según el mandatario, se abrirán investigaciones profundas del personal por sospechas de “complicidad interna”. Lula, de 77 años, expresó desconfianza sobre algunos militares que cumplen funciones auxiliares en las sedes de gobierno.

Liberan a casi 600 personas que participaron en protestas contra Lula da Silva en Brasilia

“Alguien les facilitó la entrada aquí”, dijo el presidente el jueves, en referencia a los desmanes en Planalto. “No puede permanecer aquí adentro alguien sospechoso de ser bolsonarista radical”, afirmó.

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El domingo 8 de enero, miles de simpatizantes del expresidente de derecha, Jair Bolsonaro, irrumpieron en el Palacio de Planalto, el Congreso y la Corte Suprema, buscando la caída de Lula y destruyendo parte de la infraestructura.

A pesar de que Bolsonaro negó cualquier relación con los ataques, está siendo investigado por las autoridades brasileñas bajo sospecha de haber instigado el asalto al corazón político de Brasil. (I)